El presidente del gobierno de España ha anunciado este sábado lo que muchos querían oír, incluso dentro de su propio partido el PSOE: no será candidato en las próximas elecciones generales. Zapatero nos dejará un país asolado por el paro, destrozado por la crisis financiera, y una larga cadena de medidas contra los trabajadores y las clases más desfavorecidas de la sociedad.
Nos dejará además no haber tocado, ni de lejos, la cartera de las clases altas de la sociedad, ni haber metido mano al complejo entramado de finanzas, bancos, y demás sistemas de amasar dinero con métodos muy cuestionables. Nos deja un sistema hipotecario donde, si la entidad bancaria embarga la vivienda, el cliente sigue debiendo dinero todavía, hasta que los jueces pongan por fin punto final a ese sin sentido.
Ojalá después de este anuncio de Zapatero, el PSOE sea capaz de deshacer todos los desmanes, y de volver a tomar la senda de las reformas favorables a la sociedad y sin rendir pleitesía al capital. Rubalcaba se fortalece como el mejor candidato, aunque puede haber otros dentro del partido. El PSOE debe volver al socialismo que hace tiempo abandonó.
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