{xtypo_dropcap}E{/xtypo_dropcap}l presidente de España, Mariano Rajoy (PP) no está legitimado moralmente, a día de hoy, para seguir ocupando su puesto. Esto es así desde que estallase bajo sus pies la bomba de la corrupción interna dentro de su partido.
Rajoy sigue conservando la legitimidad de los votos que obtuvo en su momento, pero después de las últimas revelaciones sobre el caso Bárcenas y los sobres con dinero negro en el PP, el presidente del gobierno tiene serios problemas de moralidad para conservar su puesto.
Parafraseando a Aznar, podemos tergiversar la célebre frase que el líder popular pronunció contra González, y lo cambiamos por un «¡Váyase, señor Rajoy!». Algo tan legítimo de reclamar como difícil de conseguir. Pero, al menos, nos asiste la legitimidad moral a la hora de pedir, públicamente, la dimisión del presidente de un Gobierno de España sobre el que pululan las sombras de la sospecha a causa de los problemas de corrupción dentro de su partido.
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