Unidos quizá pueden

EDITORIAL-. «Cambio» es la palabra más repetida por los candidatos a las elecciones del próximo 26 de junio, lo cual quiere decir, sin duda, que todos saben que la fotografía de la actual situación de España ha salido desenfocada y el país necesita cambios profundos.

En esta situación, la ciudadanía ya sabe lo que ofrecen los partidos que nos han gobernado varias veces, como PSOE y PP. Por eso, ante ofertas y recetas ya conocidas, la frescura puede llegar desde coaliciones como Unidos Podemos, que ya se confirma como opción clara frente a un socialismo desgastado y sin raíces. Parece lógico pensar que, si ya conocemos la forma de cocinar de populares y socialistas, nos planteemos la posibilidad de cambiar de cocinero para probar nuevas recetas.

Podemos está superando con envidiable habilidad y salud los ataques de la derecha mediática más rancia al respecto de sus relaciones con Venezuela, entre otros temas que se han arrojado, con inusitada dureza, contra la formación liderada por Pablo Iglesias. Estos furibundos ataques de la caverna mediática, lejos de desgastar a Podemos, han conseguido el efecto contrario: la formación morada es cada día más fuerte y está cada vez mejor organizada.

A día de hoy, pese a los ataques de muchos medios de la derecha, Podemos ha conseguido las alcaldías de varias importantes ciudades españolas, y el «cambio» ha dejado de ser una palabra comodín, una palabra prostituida en cada contienda electoral, para convertirse en un concepto real.

Frente a esa negatividad lanzada de forma constante contra el partido de Pablo Iglesias, Unidos Podemos ha optado por una campaña electoral en positivo, con carteles llenos de sonrisas y un mensaje en tono agradable. También ahí hay un «cambio», en la forma en la que se lanza un mensaje que huye del miedo a los comunistas, que ya no tienen tridente y rabo.

No sabemos si, llegado el caso y con el bastón de mando en la mano, Iglesias sería capaz de cumplir muchas de las promesas que ha estado haciendo, porque muchas de esas promesas son utópicas en el mejor de los casos.

Pero lo cierto es que el mero hecho de haber despertado la ilusión y la esperanza en millones de personas que se habían decepcionado con la política de siempre, con los recortes siempre del lado de los débiles, con la corrupción institucionalizada, ya es un éxito en toda regla. Es un auténtico «cambio» que nos puede llevar a pensar que, realmente, «Unidos quizá pueden».

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