Una moneda de veinte duros
{xtypo_dropcap}H{/xtypo_dropcap}abrá que volver a coger las viejas costumbres: calcular los precios de las cosas en duros y pesetas. Tal como está la cosa, lo que ya parece claro es que la supervivencia a largo plazo de España dentro del euro es una quimera, lo cual podría llevar al país a recuperar su castiza peseta, o quizá a inventarse otra moneda nueva.
‘Déjame mil duros que voy a echar gasolina’, puede volver a oírse, con la salvedad de que con cinco mil pesetas no llenas el depósito del coche, ni de casualidad.
Pero, cuando llegue la debacle, no debemos olvidar cómo hemos llegado hasta aquí, porqué hemos llegado hasta aquí y sobre todo por culpa de quién hemos llegado hasta aquí. No somos nosotros, los ciudadanos de a pie, los culpables -aunque sí somos los paganini de siempre-, sino que el lío, el lío gordo, lo organizaron los de arriba. Los peces gordos, esos a quienes les da igual si son euros o son pesetas, ellos siguen forrándose siempre pase lo que pase.
- El 112 coordina este fin de semana 83 incidencias y recibe 232 llamadas por el temporal de viento en Cantabria - 24 de noviembre de 2024
- Los fuertes vientos del sur elevan hoy la alerta naranja en la costa, Cantabria del Ebro y Liébana - 24 de noviembre de 2024
- El 112 registra en Cantabria una treintena de incidencias por el fuerte viento - 23 de noviembre de 2024