UGT aclara que casi un 23% de las trabajadoras cántabras tienen una jornada parcial y su brecha con los hombres es la más alta desde 2019
Cantabria superó por primera vez en 2024 la media anual de los 120.000 empleos femeninos (122.701), tras un incremento de un 2,8% ó de 3.294 mujeres ocupadas en comparación al año anterior; aunque casi un 75% de este repunte se debió a jornadas parciales (+2.434), lo que agrava la brecha laboral de género de la parcialidad en el empleo, según un informe de la Vicesecretaría Confederal de UGT difundido hoy y elaborado con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres el próximo 8 de marzo.
El sindicato, que analiza la evolución anual de las diferentes brechas laborales de género, precisa que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), Cantabria cerró el año 2024 con una media anual de 27.500 trabajadoras cántabras con un empleo a tiempo parcial (24.905 de ellas asalariadas), el 23% del total de ocupadas y 19.000 más o el triple que los hombres con la misma jornada (8.466).
De hecho, el empleo masculino aumentó más el año pasado que el femenino en la región con 5.301 ocupados más (+3,9%) que en 2023, aunque a diferencia de las mujeres, en este caso apenas un 12% de este incremento correspondió a jornadas parciales (+677), lo que eleva la mencionada brecha de género de la parcialidad en el empleo más de un punto (1,16%) hasta los niveles más altos de los últimos seis años (desde 2019).
El informe de UGT matiza que Cantabria fue la cuarta autonomía española con mayor crecimiento del empleo femenino a jornada parcial en términos relativos o porcentuales en 2024, un 9,71%; sólo superado por La Rioja (+11,13%), Canarias (10,53%) y Madrid (+10,25%) y casi el triple que la media nacional en el mismo concepto (3,97% y 82.000 más que en 2023).
Como subraya la responsable de Igualdad de UGT en Cantabria, Arantxa Imaz, “con la entrada en vigor de la reforma laboral en 2022, el empleo indefinido aumentó ese primer año hasta máximos históricos y lo hizo en jornadas completas en ambos sexos (+3.434 en las mujeres y +3.199 en los hombres), reduciendo una de las brechas de género laborales más visibles y persistentes del mercado de trabajo”.
“A partir de ese primer año de la reforma laboral, los dos posteriores han sido todo lo contrario porque desde entonces sigue habiendo más empleo en ambos sexos y casi un 85% de él con contrato indefinido; pero en el caso de las mujeres, de 7.872 nuevos empleos generados en 2023 y 2024, un 69% (5.425) eran a jornada parcial, un porcentaje muy superior al 28% de los hombres en la misma situación (+1.817 jornadas parciales de un total de 6.443 empleos más)”, agrega Imaz.
Al término de 2024, en Cantabria había 19.034 mujeres trabajadoras más que hombres (+28%) a jornada parcial y, por el contrario, 37.104 menos con una jornada completa, pese a que se registraron más de 95.000 empleos femeninos a tiempo completo (95.201), la mayor cifra desde que en 2002 la EPA facilita estadísticas en este concepto por comunidades autónomas.
“Se quiera o no, hay más empleo tanto masculino como femenino desde la entrada en vigor de la actual reforma laboral y, de hecho, tenemos el mayor número de mujeres trabajadoras desde que en 1977 se empezó a publicar la EPA pero la desigualdad en las condiciones y en el tiempo de trabajo sigue estando ahí”, asegura la responsable autonómica de Igualdad de UGT.
Imaz puntualiza que, según la EPA, un 49% de estas mujeres con un empleo a jornada parcial en Cantabria (13.503) lo tienen de manera involuntaria porque no encuentran otro a jornada completa (3.496 hombres en el mismo caso).
Según la última publicación de Mujeres y Hombres desde la Perspectiva de Género, que elabora el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), en el año 2022 un 19,5% de las mujeres ocupadas de Cantabria tampoco podían acceder a un empleo a tiempo completo por cuidado de personas y razones familiares (4.300 aquel año), porcentaje muy superior al poco más de un 8% de los hombres en la misma situación (543 ocupados).
“Las estadísticas del ICANE confirman cada año que las mujeres dedican una media de casi cinco horas menos a la semana en el trabajo remunerado y muchas más que los hombres en los cuidados de personas y en la familia, con todo lo que ello implica para las cotizaciones a la Seguridad Social y para una futura prestación por desempleo o una jubilación», asevera la sindicalista.
Más brecha de actividad, menos de paro
El informe de la vicesecretaría confederal de UGT destaca que el año pasado en Cantabria las principales brechas de género laborales se incrementaron si se comparan las tasas correspondientes en ambos sexos, aunque disminuyó la del desempleo casi un punto (de 3,52 a 2,58%) y lo hizo tanto en el paro de larga duración como en el de menos de un año.
En la diferencia en el empleo de mujeres y hombres se incrementó un 0,82% (de 10,77 a 10,99% menos de tasa de empleo) y en la relativa a la actividad, la tasa que mide las personas vinculadas al mercado laboral (personas ocupadas y desempleadas sobre el total de la población), se incrementó 1,4 puntos, el mayor aumento desde 2016.
En referencia a la brecha laboral de género de la tasa de actividad, la responsable autonómica de Igualdad de UGT precisa que esta tasa ha aumentado significativamente porque en 2024 repuntó ligeramente el número de mujeres inactivas no vinculadas al mercado de trabajo (de 130.011 a 130.390), mientras que la población inactiva masculina disminuyó más de un 3% con 3.339 varones inactivos menos.
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