{xtypo_dropcap}E{/xtypo_dropcap}l poder que han acumulado durante años «los mercados» y los agentes de las grandes finanzas debe terminar ya. Ahora mismo, todas estas personas que conspiran mediante la especulación contra los estados dinamitando las bases económicas de los países deben ser detenidas y juzgadas por efectuar terrorismo financiero.
El poder en cada país debe ser legítimamente ostentado por los representantes políticos que los ciudadanos han votado con libertad en las urnas. Los ciudadanos no debemos aceptar que nuestros gobernantes se dobleguen al poder terrorista de los mercados, y tampoco debemos aceptar el poder en la sombra que dichos mercados tienen. Los disturbios en Londres, y su más que probable reflejo en otros países de la Unión Europea incluyendo a España, solo son el comienzo de lo que puede llegar a suceder si se continúa presionando a las masas populares.
Señores del poder: recuerden que el pueblo tiene una capacidad de aguante y paciencia limitada. Y cuando esos límites se sobrepasan, el pueblo como masa puede reaccionar como ya se hizo en muchas ocasiones históricamente, sin ir más lejos pueden rememorar la Revolución Francesa y todas las cabezas que rodaron de personas que hasta ese momento se creían intocables.
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