La agrupación santanderina interpretó los populares cantos petitorios del último día de febrero, en un acto en el que el rabelista Chema Puente fue nombrado Marcero Mayor, en reconocimiento a su indiscutible defensa del folclore cántabro.
Puente, quien recibió un farol, como elemento imprescindible de la ronda marcera, y el palo pinto, en el que se apoyan algunos de los integrantes del coro, agradeció este reconocimiento, que dedicó a los viejos rabelistas que, según dijo, le enseñaron todo lo que sabe hacer, a su mujer, a sus hijos y a toda la gente que canta en Cantabria, «lo mejor que se puede hacer».
Siguiendo la tradición, los integrantes del Coro Ronda Altamira solicitaron licencia a las autoridades competentes para cantar o rezar las tradicionales marzas y, tras recibir una petición unánime de los presentes para que cantasen, las voces de la agrupación santanderina entonaron los ya clásicos versos que dicen «marzo florido, seas bienvenido, pones el campo alegre y florido, con mucha harina y con mucho vino».
El Coro Ronda Altamira de Santander, que durante su recorrido por distintos puntos de la ciudad recaudará viandas y dinero, entregará este último a la familia de Andrés, un niño de 4 años, que necesita viajar a Philadelphia para recibir un tratamiento médico.
Tras la actuación en el Plaza del Ayuntamiento, los integrantes de la agrupación santanderina continuaron su recorrido por la Plaza Porticada, la Plaza de las Estaciones, la calle Burgos, la Plaza de las Cervezas y la Plaza Juan Carlos I.
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