Santander aprueba el proyecto de estudio y diseño del parque 2020, en homenaje a los vecinos fallecidos por la covid-19
Diseñado por el paisajista Luis González Camino, ocupará la zona conocida como ‘aguanoja’, en Cueto, con una superficie de casi 20.000 m2 y 144 árboles, uno por cada víctima del coronavirus
“Será un lugar especial, accesible para cualquier santanderino pero al mismo tiempo lo suficientemente apartado y tranquilo como para que familiares y amigos puedan dedicar un momento a sus seres queridos”, afirma Margarita Rojo y avanza que supondrá una inversión de 300.219 euros y las obras durarán dos meses
El Ayuntamiento de Santander aprobará esta semana el proyecto de estudio y diseño del parque 2020, en homenaje a los vecinos fallecidos por la covid-19, cuyas obras supondrán una inversión de 300.219 euros y tendrán un plazo de dos meses.
Así lo ha avanzado la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, quien ha recordado que se trata de un proyecto del paisajista Luis Gonzalez Camino, para crear un espacio natural con un enfoque solemne y respetuoso, respetando los elementos existentes y aportando nuevos elementos vegetales, de mobiliario, iluminación y pavimentación.
Presentado a los vecinos de Cueto, lugar en el que se ubicará este parque, servirá como homenaje a todos aquellos santanderinos que perdieron la vida a consecuencia del virus y como lugar de recuerdo para los familiares que sufrieron no solo la pérdida sino las duras condiciones en las que se produjo cada uno de esos fallecimientos.
Rojo ha detallado que el parque 2020 se ubicará en la zona conocida como la ‘aguanoja’, tendrá casi 20.000 metros cuadrados de superficie y contará con 144 árboles, uno por cada víctima del coronavirus.
El Ayuntamiento, explica la edil, invitará a los familiares a escoger la variedad de árbol que conmemore a su pariente fallecido entre seis especies: arces, abedules, robles, alisas, fresnos y tilos, y delante de ellos habrá unas piedras donde podrán pedir que se labre el nombre del difunto o el texto que deseen.
El proyecto tiene en cuenta aspectos como los accesos, cerramientos, vistas, alumbrado, su relación con la carretera que lo circunda, circulaciones interiores, lugares de descanso y meditación, etc. Igualmente, se han considerado el clima, tipo de suelo, aspectos visuales y ambiente del paraje.
“El parque 2020 será un lugar especial, accesible para cualquier santanderino pero al mismo tiempo lo suficientemente apartado y tranquilo como para que familiares y amigos puedan dedicar un momento a su recuerdo en paz y silencio”, ha afirmado Rojo.
Tras la aprobación del proyecto, el Ayuntamiento sacará a licitación el contrato para la construcción del parque.
Detalles del proyecto
Según el proyecto, las plantaciones se limitan a los árboles y la potenciación de la pradera existente haciéndola más variada florísticamente y, por lo tanto, más atractiva, aumentando con ello la biodiversidad presente.
Sólo en el talud que corre a lo largo de la carretera de Mataleñas se prevén unas plantaciones que ayudarán a separar visualmente de la circulación, dejando el resto de la superficie más llana, para la pradera.
Se plantarán ejemplares jóvenes de dos especies a lo largo de cada camino que irán alternando, de modo que surgirán los paseos de los arces y abedules, de los robles y alisas, y de los fresnos y tilos, todas ellas especies autóctonas, de hoja caduca y desarrollo similar con objeto de que no ofrezcan gran contraste entre sí ni por tamaño ni por aspecto.
En los extremos del talud, junto a las lindes de las fincas colindantes, se plantarán una mezcla de arbustos autóctonos (cornejos, madroños, boneteros, mundillos y acebos) y debajo algunas especies vivaces y subarbustos.
Los caminos de los árboles se rematarán con tepes de césped constituido por una mezcla de gramíneas, una solución muy resistente al pisoteo, a la sequía y a la sombra.
Finalmente, el prado se enriquecerá con una mezcla de semillas de flores silvestres autóctonas propias de los prados costeros.
Respecto a la obra civil, se limita a la construcción de un balcón de entrada junto a la carretera desde donde el visitante podrá contemplar a sus pies toda la extensión del parque y conocer mediante un cartel de bienvenida su propósito, así como la distribución de los paseos y las especies de árboles que los acompañan.
Este balcón y la rampa por la que se bajará al parque quedarán sostenidas por un muro de mampostería de piedra caliza rematada con albardillas de la misma piedra que servirán de asiento.
Los caminos principales, los que van acompañados de árboles quedarán delimitados por sendas cenefas de piedra caliza de Escobedo.
Además, se instalarán carteles informativos sobre el significado del parque; el nombre común, el científico y una breve descripción de las especies que lo acompañan; y sobre la pradera.
El proyecto establece también la instalación de un sistema de riego por goteo para los árboles con objeto de que no tengan limitada la provisión de agua y de esa manera crezcan más rápido. Serán anillos de goteo individuales para cada árbol unidos por tubería enterrada.
Cada paseo se podrá regar de forma separada y se controlará mediante un sistema de control remoto.
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