

Desde hace demasiado tiempo, este periódico recibe mensajes no deseados, también conocidos como «spam», de múltiples remitentes de la empresa ROMANRM (https://www.romanrm.com) que en su web dice dedicarse a las relaciones públicas (en inglés el término más común es PR, de «public relations»).
Sin embargo, lejos de realizar una buena labor como relaciones públicas, se dedican al «spam» puro y duro, ya que es imposible darse de baja de sus comunicaciones no deseadas y envían temas absurdos y no relacionados con las publicaciones a «todo lo que se mueve», como hacen las malas agencias de PR.
Entre las personas que se dedican a enviar estos mensajes de «spam» están Mireya Belmonte Torrellas, Tamara Raposo Injerto, Florencia Ciganda y Nerea-Díaz Maroto.
Las infracciones por «spam», gestionadas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), se penalizan con una multa de entre 30.000 y 150.000 mil euros.
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