Revilla pide responsabilidad y prudencia en Navidad y anima a ver el futuro con esperanza ante la llegada de la vacuna
-En su Mensaje de Navidad el presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla recuerda a los fallecidos por Covid, llama a vacunarse y defiende las medidas “dolorosas pero imprescindibles” adoptadas para garantizar la seguridad ciudadana en su tradicional mensaje navideño
Santander – 24.12.2020.- Responsabilidad y prudencia. Ésa es la petición que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha hecho hoy a los cántabros y las cántabras en su mensaje de Navidad de este año, centrado por completo en el impacto de la Covid-19. Tras recordar a las más de 350 personas fallecidas en la Comunidad Autónoma desde que comenzó la pandemia y trasladar su solidaridad a los familiares, Revilla ha vuelto a apelar al respeto a las normas y medidas sanitarias vigentes, especialmente de cara a la celebración de las fiestas, y ha animado a mirar al futuro con la esperanza y la confianza puestas en la inminente llegada de la vacuna, que será “el principio del fin de la enfermedad”.
“Os lo imploro: seamos prudentes. Respetad las normas y cuidaos más que nunca hasta que llegue la vacuna. Hoy por hoy, la única vacuna somos nosotros”, ha enfatizado, al tiempo que ha defendido las decisiones “dolorosas”, pero “imprescindibles”, adoptadas por el Gobierno para garantizar la seguridad de la población.
El presidente ha reconocido el sacrificio hecho por la ciudadanía en los últimos meses, sacrificio que debe continuar “un poco más” para no poner en riesgo a los más vulnerables, sobre todo a los mayores, porque si bien “lo peor ha pasado” y la solución está “al alcance de la mano”, la pandemia “no da tregua” y la realidad sigue siendo “muy complicada”.
Por ello, ha invitado a vivir las fiestas navideñas “de manera diferente”, a no bajar la guardia y a evitar al máximo los contactos sociales, “un precio pequeño si con ello salvamos una sola vida y preservamos la salud de los nuestros”.
Además del impacto sanitario, Revilla ha recordado que la pandemia también ha puesto en peligro el bienestar social y el desarrollo económico de Cantabria. En este sentido, ha empatizado con quienes han visto amenazados sus empleos, sus negocios o sus planes de futuro y ha valorado el esfuerzo que está haciendo el Gobierno regional para poner a disposición de los sectores más afectados todas las ayudas y medidas de choque posibles.
“Este virus nos enfrenta a un dilema maquiavélico: la salud frente a la economía. Estamos realizando un gran esfuerzo para tratar de hacer compatibles ambas cosas, aunque no es tarea fácil. Pero como dije desde el primer día, no podemos permitir que el virus económico acabe siendo incluso más letal que el sanitario”, ha apuntado.
“Hay que vacunarse”
Respecto a la vacuna, el jefe del Ejecutivo cántabro ha garantizado que todos los cántabros y las cántabras tendrán la oportunidad de acceder a ella de forma progresiva y ha hecho un llamamiento a acudir a vacunarse “con total y absoluta seguridad”, ya que su efectividad vendrá avalada por la certificación científica.
“No tengáis duda. Hay que vacunarse. Yo lo haré en cuanto me toque”, ha añadido.
Para Miguel Ángel Revilla, la normalidad irá llegando a medida que crezca el porcentaje de personas vacunadas, se reduzca el riesgo de contagio y baje la presión hospitalaria, momento que los expertos sitúan alrededor del verano y a partir del cual –ha dicho- “estaremos en condiciones de ganar la batalla a la Covid-19”.
Por último, ha deseado al pueblo cántabro “mucha salud, las mejores fiestas posibles y un venturoso 2021” que ponga fin a la “pesadilla” del coronavirus. “Pensemos en la Navidad de 2021 y en todas las que están por llegar y hagamos cuanto esté en nuestras manos para que no falte nadie y para que todos podamos volver a celebrarlas con la alegría y el calor familiar”, ha concluido.
Mensaje de Navidad de Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria
24 de diciembre de 2020
Queridas ciudadanas y ciudadanos de Cantabria.
Esta Navidad no va a ser una más. Como casi todo en este año 2020, también estas fiestas están marcadas por ese virus terrible que condiciona nuestras vidas desde el mes de marzo. La pandemia no da tregua y tenemos que vivir estas fechas entrañables de una manera diferente, con muchas limitaciones y siendo muy conscientes de la peligrosa amenaza que aún nos rodea.
Miles de familias de todo el mundo han sufrido este año la pérdida de algún ser querido. La COVID-19 ha costado la vida a más de 350 cántabros hasta el día de hoy. Por desgracia sabemos que esa cifra va a continuar creciendo en las próximas semanas.
Tengo muy presentes a todas esas familias que viven esta Nochebuena inmersas en el duelo por la pérdida de un ser querido. Vosotros estáis sufriendo lo peor de esta pandemia. No puedo consolar vuestra pérdida, pero siento vuestro dolor y quiero dedicaros un testimonio de especial afecto y solidaridad, que estoy convencido comparten los ciudadanos de nuestra tierra.
Y con ese dolor muy presente en la conciencia de todos, tengo que volver a apelar a la responsabilidad y a la paciencia de los cántabros. Sé que todos hemos sufrido mucho durante estos meses. Pero aún debemos sacrificarnos un poco más, por nosotros mismos y por los demás, por la seguridad de aquellos a los que más queremos, y muy especialmente de nuestros mayores.
Ellos, nosotros somos los más vulnerables. La COVID-19 es nefasta para toda la población, pero especialmente letal para quienes sufren enfermedades crónicas, entre los que normalmente nos encontramos los más mayores. Por eso es fundamental que no bajemos la guardia estos días, que no nos relajemos en la protección de nuestra salud y que evitemos en la medida de lo posible esos contactos sociales que nos ponen en peligro, porque sabemos que son la fuente de los contagios.
La contención que os pido implica una Navidad diferente, lo sé. Si algo nos gusta a todos en estas fechas es el encuentro con la familia y los amigos disfrutar juntos del calor del hogar y la tradición. Pero pensad que el precio es pequeño sin con ello salvamos una sola vida y preservamos la salud de los nuestros.
Por favor, respetad las restricciones y seguid a rajatabla las normas de seguridad. Os aseguro que no caprichosas. Son una decisión muy dolorosa para el Gobierno, para mí como presidente, y más en estos días de Navidad. Pero son imprescindibles para garantizar la seguridad ciudadana.
Esta pandemia no sólo ha puesto en peligro nuestra salud y nuestra vida, también nuestro bienestar social y el desarrollo económico de nuestra tierra. Son muchísimos los cántabros que, además de la amenaza de la enfermedad, padecen también los efectos sobre sus puestos de trabajos, sobre sus negocios y sus expectativas de futuro.
Este virus nos enfrenta a un dilema maquiavélico: la salud frente a la economía. Estamos realizando un gran esfuerzo para tratar de hacer compatibles ambas cosas, aunque no es tarea fácil. Pero como dije desde el primer día de la pandemia, no podemos permitir que el virus económico acabe siendo incluso más letal que el sanitario.
Por eso desde el Gobierno estamos disponiendo todas las ayudas y todas las medidas de choque posibles para ayudar a los trabajadores y a las empresas en estos momentos de tanta dificultad. Ésa ha sido la tónica desde el mes de marzo y lo va a seguir siendo a lo largo de 2021.
Nuestra realidad es muy complicada, eso es innegable. Pero no podemos dejarnos llevar por el desánimo. Todo lo contrario, quiero animaros a mirar adelante con esperanza y confianza en esa solución que ya comenzamos a vislumbrar.
La vacuna que algunos países han comenzado a administrar llegará a España de forma inminente y será el principio del fin de la enfermedad. De manera progresiva, todos tendremos la oportunidad de acceder a ella y podremos hacerlo con total y absoluta seguridad, porque sus efectos estarán adecuadamente avalados por todos los certificados científicos necesarios.
No tengáis ninguna duda. Hay que vacunarse. Yo lo haré en cuanto me toque.
Nuestras vidas se irán normalizando a medida que crezca el número de personas vacunadas. Los expertos apuntan que alrededor del verano será ya un porcentaje muy importante de la población. El riesgo de contagio afectará entonces a menos personas y además será a los más fuertes y con menor probabilidad de sufrir daños irreparables. A partir de ese momento no habrá presión en los hospitales y estaremos en condiciones de ganar la batalla a la COVID-19.
Pero para llegar a esa situación nos quedan aún días difíciles por delante. Tenemos que vivirlos con responsabilidad. Hemos pasado lo peor, tenemos la solución al alcance de la mano, no bajemos ahora la guardia, ni nos expongamos a riesgos innecesarios.
Queridas familias de Cantabria, os lo imploro: seamos prudentes. Respetad las normas y cuidaros más que nunca hasta que llegue la vacuna. Hoy por hoy, la única vacuna somos nosotros mismos.
Pensemos en la Navidad de 2021 y en todas las que están por llegar y hagamos cuanto esté en nuestras manos para que no nos falte nadie, para que todos podamos volver a celebrarlas con la alegría y el calor familiar.
Os deseo las mejores fiestas posibles y un venturoso 2021, en el que por fin dejemos atrás esta pesadilla. Pero sobre todo y más que nunca, os deseo mucha, mucha salud.
¡Feliz Navidad!
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