Obama Bildu Laden
{xtypo_dropcap}L{/xtypo_dropcap}a semana informativa está marcada por tres nombres: el presidente norteamericano Barack Obama por anunciar la muerte del terrorista más buscado del mundo, Osama Bin Laden, y en lo doméstico el rechazo de las listas de la coalición Bildu por parte del Tribunal Supremo, lo cual haría prácticamente imposible su participación en las elecciones del 22 de mayo, salvo intervención del Constitucional.
De lo doméstico a las fronteras de ultramar, diremos que sobre esta decisión acerca de la coalición Bildu se ha escrito y dicho mucho en los últimos días, en palabras de signos muy distintos. Nuestra apreciación pasa por aceptar que, si el tribunal -aunque sin unanimidad- ha tenido claro que Bildu no se podía presentar por ser ‘un fraude’ o ‘una franquicia de ETA’, la decisión está justificada desde ese punto de vista.
Pero Bildu no es igual a Sortu -Bildu incluye partidos legales en su coalición-, y ninguna de ambas formaciones parece ser demasiado parecida a Euskal Herritarrok, Herri Batasuna, o Batasuna, entre otros nombres usados por los abertzales radicales para entrar en el juego político. Sortu tenía más ‘sombras’ que Bildu, y el análisis de Bildu debe recordar también el hecho de que dentro de la coalición están partidos de larga tradición, como Eusko Alkartasuna (EA), y EA se quedará sin entrar en las elecciones, arrastrada por su apoyo a Bildu.
EA podría pagar caro creer en el cambio de orientación del brazo político de la izquierda radical vasca, después de haberles acogido bajo su paraguas para intentar presentarse a las elecciones.
Al respecto del presidente Obama y Bin Laden, después de haber visto las imágenes de ciudadanos norteamericanos celebrando la muerte del terrorista -sin juicio, esa muerte quizá se podría llamar asesinato de estado-, no debemos olvidar que la organización regentada por Bin Laden podría intentar vengar su muerte de las formas más terribles que podamos imaginar.
Incluso se ha llegado a descubrir, gracias a las filtraciones de Wikileaks, que Al Qaeda dispone de armas nucleares y que podrían usarlas contra EE UU en caso de muerte o detención de su líder.
Esperemos que el dolor creado por el fanático que planeó las masacres del 11-S en Nueva York y del 11-M en Madrid, entre muchos otros atentados sanguinarios, no se vea multiplicado por sus fanáticos seguidores.
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