Los datos del paro, tanto a nivel regional como nacional, no son para sacar pecho. Un 95% de temporalidad no es un dato baladí porque está ligado directamente a la estacionalidad veraniega, no es para sacar pecho. Tampoco es para sacar pecho después de conocerse que muchos de los nuevos trabajos, a nivel nacional, son contratos de 1 hora a la semana, y la precariedad laboral sigue campando a sus anchas en un contexto que, todavía, no invita precisamente al optimismo.
Sin embargo, veremos y oiremos declaraciones triunfalistas. De alegría por esta ilusión de mejora. Al fin y al cabo, para la mayoría de quienes analizan estas cifras del paro como arma electoral, las personas que componen esas cifras son solo eso, cifras. Y desde las frías cifras sacan pecho sin analizar el fondo del tipo de empleos que se crean, y la calidad y duración de esos empleos. Se hace triunfalismo desde una verdad parcial, esto es, desde una falacia estadística.
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