Apicultores cántabros, una docena convocados por UGAM-COAG, se unieron ayer a la manifestación de apicultores españoles, franceses y portugueses en sus respectivas capitales para protestar contra las importaciones masivas de miel falsa. En Madrid, el sector apícola de COAG convocó una protesta frente al edificio de la Comisión Europea, situado en el Paseo de la Castellana, 46.
Los profesionales aseguran que miles de toneladas de miel de producción europea se acumulan en los almacenes de los apicultores, mientras la ‘falsa miel sintética inunda los supermercados, llevando al sector apícola profesional a la ruina’. ‘Las pocas transacciones que se realizan están por debajo de los costes de producción, afectando gravemente a los apicultores’, añaden.
Alertan sobre la ‘pandemia de fraude y los sucedáneos de miel’, con orígenes camuflados por triangulación, que comprometen la viabilidad del sector. ‘Orígenes como China y Ucrania, donde la falsa miel se elabora a partir de la hidrólisis del almidón de los cereales, suponen un engaño al consumidor y el desmantelamiento de un sector estratégico en la polinización necesaria para la producción de alimentos’, agregan.
Reclaman la validación de varias técnicas analíticas de control de fraude, mayor control en fronteras y un laboratorio de referencia europeo de la miel, acciones inmediatas por parte de la UE y el Gobierno español para reforzar los controles en frontera, validar los métodos de análisis y prohibir la ultrafiltración.
Bajo el lema “Apicultores y apicultoras europeas contra el fraude. Los jarabes fabricados no son miel”, el acto también se desarrolló simultáneamente en París y Lisboa. Este frente común fue impulsado en diciembre pasado junto a apicultores de Francia (Unión Nacional de Apicultores Franceses – UNAF) y Portugal (Federación Nacional de Apicultores Portugueses – FNAP), para luchar contra el fraude masivo en el sector mielero.
La avalancha de siropes y sucedáneos de miel en los supermercados y la permisividad de las administraciones están ‘minando los esfuerzos de los apicultores por ofrecer un producto de alta calidad, sano y sostenible’. “La UE y el Gobierno español deben actuar de inmediato, reforzando los controles en frontera, validando los métodos de análisis y prohibiendo la ultrafiltración”, subrayó Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG.
En marzo del año pasado, la Comisión Europea publicó un informe realizado conjuntamente entre la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), el JRC (Centro Común de Investigación de la Unión Europea) y la DG SANTE (Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea). El informe reveló que un 46% de las muestras europeas analizadas fueron fraudulentas y un 66% de las empresas importadoras controladas tuvieron al menos un resultado positivo. En el caso de España, estos porcentajes se elevaron a un 51% y un 85%, respectivamente.
COAG lleva años advirtiendo sobre el mercado de la miel y las importaciones realizadas por la industria española y europea. Esta investigación confirma que la ‘presencia masiva de siropes y sucedáneos de miel’ está distorsionando el mercado y presionando los precios de la miel española a la baja.
“Esta situación es insostenible para un sector que apuesta por producciones sostenibles y de calidad, y que además debe adaptarse a los devastadores efectos del cambio climático”, afirmó Loscertales. Las autoridades no pueden ignorar este problema y permitir el comercio de miel fraudulenta que ha desplazado nuestra miel de los puntos de venta. “No solo está en juego el futuro de nuestro sector, sino también la polinización de cultivos y la biodiversidad”, concluyó.
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