Por M.V.T.
{xtypo_dropcap}L{/xtypo_dropcap}lega San Fermín y con él las clásicas corridas de toros y los encierros. Y también llegan los anti-taurinos con su también ya clásica e indispensable «performance» al lado de cada convocatoria taurina. Se podría decir que ya no hay corrida que se precie sin su particular «show» de anti-taurinos en la entrada.
Con su pálida desnudez y sus pinturas simulando la sangre y arrastrándose por el suelo. ¡Qué bonita, artística y pacífica estampa!
Sin duda se han convertido ya en un elemento decorativo más indispensable para La Fiesta. Pero mientras reclaman lo que para ellos es lícito, se les olvida que para otros muchos miles de personas quizá millones en España la fiesta de los toros sigue siendo la fiesta nacional y si hablamos de respeto también hay que hablar del respeto a quienes les gusta todo lo relacionado con el mundo de los toros.
A nadie le gusta que le insulten cuando intenta entrar a la plaza de Toros y tiene que pasar por delante del típico show de anti-taurinos ensangrentados, desnudos y vociferantes.
En realidad, hay espacio para todos siempre que los dos bandos en liza recuerden la regla básica del respeto y olviden los insultos hacia quien no piensa igual que nosotros.
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