La política vista desde la juventud
Por Borja San Emeterio
Siempre hemos escuchado de boca de analistas y demás «eruditos» de la política que los jóvenes estamos desconectados de la política. Un mantra que debemos revertir por salud democrática. Los jóvenes, esa generación vacía y perdida, que prefiere una borrachera a integrarse e intentar cambiar la sociedad, las generaciones mejor preparadas y que tenemos que emigrar de esta sociedad corrompida y decadente.
Como joven me niego a creer este mantra. Debemos buscar esa pieza que haga una sociedad justa e igualitaria, sin diferencias por quien amas, por lo que crees o por ser como quieres ser.
Los sectores políticos, en especial la derecha española, desea anestesiados para que no luchemos por esa sociedad, eso sí, en elecciones nos despiertan para pedirnos el voto y otros 4 años de anestesia.
El más claro ejemplo de esa derecha se ha vivido este jueves, en la que el gobierno de la nación intenta aprobar un decreto que nos puede mejorar la vida a la sociedad y, sistemáticamente, la derecha de este país en bloque vota en contra y recriminan que fuerzas nacionalistas que lo aprueban. El porqué es sencillo, simple interés partidista y el no dar al enemigo ni una gota de protagonismo. Esa derecha que con una mano intenta hacer lo que ellos piensan que son pactos de estados y con la otra aporrear y desestabilizar al gobierno. ¿PERO ACASO ELLOS LO HUBIERAN RECHAZADO SI EL GRUPO QUE LO PROPUSO FUERA DE LA DERECHA?.
Al final la derecha nacional solo tiene un fin: como oposición no dar un minuto de gloria al gobierno porque si ellos lo hacen bien se les minorarán sus posibilidades de conseguir el poder que tanto ansían, solamente ese poder que utilizan para amamantarse y sangrar al estado.
Pero, desgraciadamente, la derecha en esta etapa de la democracia tiene un compañero de viaje que no quieren pero necesitan, la ultraderecha, ese sector que niega esa sociedad a perseguir y solo quiere imponer sus totalitarismos, derrocar un derecho tan fundamental como el de la libertad, que muchos partidos de la derecha defienden en elecciones y recortan cuando gobiernan.
Este país, y desgraciadamente los jóvenes no lo vemos, se divide en 4 sectores: un centro inexistente, una izquierda luchadora con ramas más radicales, los nacionalistas que buscan seguir buscando una reivindicación política pero solo quieren seguir chupando del estado que tanto detestan, y una derecha con una rama tan grande que les acabará consumiendo, que es la ultraderecha.
Nunca debemos permitir que nos arrebaten los derechos más fundamentales y sagrados, que nuestros padres y abuelos murieron porque nosotros los pudiéramos disfrutar y que esa ultraderecha nos quiere arrebatar.
Si los jóvenes entendiéramos que la política es el medio para poder defender esa democracia que anhelamos, no existiría la corrupción, los comisionistas y esos «pillos» que últimamente tanto oímos.
Hay veces que esos jóvenes, que se consideran por los demás bichos raros, pertenecientes a diversos partidos, sobre todo los de la derecha, se convierten en el brazo armado y perros de la guerra sin cabeza que echar al adversario para ver si cae. Ese sector debe desaparecer y dar paso a un sector de jóvenes que quieren convertir a los partidos clásicos en partidos del siglo XXI, aunque la derecha desea volver a la época antes de la transición, al recorte de derechos, en general a la dictadura.
En resumen, los jóvenes debemos ser esa punta de lanza que hará de una democracia, con parásitos y chupópteros que pervierten a los partidos de la derecha española que se quiere aliar con partidos que reniegan de la libertad, en una sociedad realmente libre.
La vida que nos quieren imponer nos convertirá en borregos sin raciocinio que siguen órdenes de lideres totalitarios, volver a ese pasado que jamás debió ocurrir y que tanto le gusta a ese nuevo Salvador de la patria que se cree la ultraderecha española.
Palabra de joven.
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