“La incidencia de la esclerosis múltiple ha aumentado en toda Europa, en la actualidad se diagnostican más casos nuevos por año que hace una década”
El Dr. Agustín Oterino, neurólogo y coordinador de la Unidad de Esclerosos Múltiple de Valdecilla, es positivo con la enfermedad que padecen más de 500 cántabros y asegura que pueden tener una calidad y expectativa de vida muy similar a la de pacientes con enfermedades crónicas controladas. El Día Mundial de la Esclerosis Múltiple se celebra mañana sábado día 14 de diciembre
Santander, viernes, 13 de diciembre de 2019.- El neurólogo Agustín Oterino es especialista en cefaleas graves y en esclerosis múltiple y participa en proyectos de investigación nacionales e internacionales para ambas patologías, lleva más de 30 años en Valdecilla y recibe en su consulta sin bata, con una cercanía parecida a la de un anfitrión que invita a un amigo a casa. Y es que este salmantino afincado en Santander transmite calma y positivismo, y así ve la realidad de la esclerosis múltiple en la actualidad: como una enfermedad que puede tratarse y controlarse proporcionando una buena calidad de vida a quienes la padecen.
En la entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria, con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, destaca los datos más relevantes de esta enfermedad del sistema inmunitario, que se lleva el mayor volumen de los gastos de los servicios de neurología del país, que ha evolucionado en las últimas décadas con un aumento de su incidencia y que hoy afecta a medio millar de cántabros, de los que tres cuartas partes son mujeres.
¿Cuál es la incidencia de la esclerosis múltiple en la actualidad?
La incidencia de la esclerosis múltiple, de los nuevos pacientes con un primer diagnóstico por año, va en aumento en toda Europa. Se atribuye a varias razones pero los estudios más amplios demuestran que están aumentando las enfermedades autoinmunes, y hay varias teorías. Una de ellas se basa en que vivimos con un mayor nivel de desarrollo, con menos exposición a patógenos, antes estábamos acostumbrados a estar en la calle, a jugar con barro, a ensuciarnos, y ahora no, y el sistema inmunológico “tiene que estar entretenido y trabajando” para que no falle y en las últimas décadas está ocioso y aburrido. Por otro lado, hay más contaminación y más alteración del sistema inmune. La microbiota es una capa de bacterias que tenemos en el intestino en comunicación con los leucocitos y parece que esta interacción es clave para una situación de normalidad inmunológica, cuando hay una alteración en estas bacterias se puede producir la autoinmunidad, y en el caso del sistema nervioso estas alteraciones pueden ser las que desencadenen una esclerosis múltiple.
Y en Cantabria, ¿cuál es la incidencia de la esclerosis múltiple?
En Cantabria hay algo más de 500 pacientes, la prevalencia es de uno por mil. Hace tres décadas la prevalencia estimada en la tesis del doctor Miró, indicaba una prevalencia muy inferior a la actual, esa es la realidad. Con respecto al resto de España y a otros países del mundo Occidental, las cifras son muy parecidas.
¿Cómo se manifiesta la esclerosis múltiple?
El sistema inmunitario debe siempre distinguir lo ajeno de lo propio y en el caso de la esclerosis este reconocimiento está alterado y ataca a estructuras del sistema nervioso, en concreto a la mielina central. Este proceso inflamatorio desencadena síntomas neurológicos de forma parcheada, como en placas -esta es la razón por la que al principio se llamó esclerosis en placas-, y produce alteraciones en funciones motoras, sensitivas, sensoriales, cognitivas y de coordinación, y además acorta la vida de los pacientes. Las formas de presentación de la enfermedad, en más del 80 por ciento de los casos, se inician en forma de brotes, se definen como síntomas deficitarios neurológicos que duran desde un día hasta varias semanas en un curso de empeoramiento-mejora, dejando más o menos secuelas. Cada brote deja alguna secuela que puede ser más o menos medible.
Y la relación entre lo que se ve en resonancia magnética en pacientes de esclerosis múltiple y las manifestaciones clínicas, no siempre es directamente proporcional. Esto se explica porque, por una parte, la placa puede no ser tan lesiva y alterar poco la mielina y no causar un daño notorio, y, por otra parte, la localización de la placa es crítica, hay zonas de asociación que no van a dar una manifestación clara, y otras sí va a dar lesiones clínicas claras, como cuando están en el nervio óptico o en la médula espinal.
Los tratamientos han evolucionado muchísimo pero ¿en qué medida?
Hay cuatro etapas en su evolución: la primera, hasta el año 93, en la que el tratamiento consistía en inmunosupresores inespecíficos, como la azatioprina y los corticoides. Pero desde el 93 sale el primer interferón beta y hasta 2006, aproximadamente, es la época en la que surgen varios interferones y una especie de polímero, acetato de glatirámero, que supuso un avance muy importante en el tratamiento de estos pacientes, aunque inicialmente no fue reconocido por agencias reguladoras como la NICE, que llegaron a concluir que era mejor invertir en sillas de ruedas que en interferón. Más de 20 años después, los estudios de supervivencia demostraron que el interferón aumentaba la calidad de vida y la expectativa de vida de los pacientes de esclerosis.
Y a partir de 2006 se aprueba el primer tratamiento biológico para la esclerosis múltiple: el Natalizumab, que es un anticuerpo que bloquea el paso de los linfocitos al sistema nervioso central, su eficacia es enorme, pero va ligada a un incremento en el riesgo de infección del sistema nervioso central por un poliomavirus denominado VJC, o JCV en inglés (John Cunningham Virus).
De 2011 a 2015, surgen los primeros fármacos orales de moderada y alta eficacia, que son Fingolimod, Teriflunomida y Dimetil Fumarato. Son de administración cómoda, orales, y tienen una eficacia moderada o alta por lo que ha cambiado mucho la calidad de vida de estos pacientes.
Y la última etapa comienza en 2015 y es la de la revolución biotecnológica con moléculas que son anticuerpos monoclonales dirigidos contra antígenos específicos de linfocitos, como el CD52 (Alemtuzumab) y el CD20 (Ocrelizumab), y, además, se recupera un fármaco oral investigado en 2010 que se llama Cladribina.
Los tratamientos que tenemos se distinguen en el nivel de control del sistema inmunitario. El abanico de moléculas se va enriqueciendo, dando oportunidad a más pacientes, concretamente, Ocrelizumab se ha mostrado eficaz parcialmente en el control de una variante que es la esclerosis múltiple primariamente progresiva para la que no había medicamento eficaz. En los avances que tenemos, no hay que olvidar que el tratamiento sintomático también ha experimentado una mejora sustancial con fármacos que mejoran la espasticidad como Sativex (r), derivado del Cannavis, o la mejora en la marcha con Fampridina. Y, finalmente, el sistema debe mejorar dando lugar a servicios coordinados entre sí, tales como radiología, rehabiltación, psicología, e incluso asistencia social con neurología.
Y en concreto, ¿qué ha conseguido esta evolución de los tratamientos?
Con el arsenal terapéutico actual somos más eficaces tratando la enfermedad y más eficientes al mejorar las condiciones de vida de los pacientes disminuyendo los recursos sanitarios que necesitan y alargando su periodo laboral útil.
¿Estos tratamientos son los mismos que se aplican en otros países de Europa y en EEUU?
Aquí tenemos la misma tecnología y los mismos tratamientos que en Europa y que en EEUU. Y, además, Valdecilla es un hospital puntero sin ninguna duda. Tenemos un equipo de profesionales de excepción, con la enfermera Cristina Bailón, la Dra. Sedano, el Dr. González Quintanilla y yo, y como becarios contamos con las doctoras María Toriello y Sara Pérez. Y en los otros hospitales de Cantabria también hay buenísimos equipos, en Sierrallana están las doctoras Misiego y Setien y el doctor Javier Riancho.
¿Se ha investigado mucho en esclerosis múltiple, aunque nunca sea suficiente?
La inversión en investigación de la esclerosis múltiple en el mundo occidental ha sido enorme, sobre todo porque antes era una enfermedad rara, y no hay que olvidar que su coste supone el mayor volumen de gastos de los servicios de neurología del país, en concreto en Cantabria se lleva el 80 por ciento, algo que deja claro el esfuerzo que el sistema ha hecho por esta patología.
Y a pesar de la gravedad de la enfermedad… ¿hay mensaje positivo?
Lo hay. Hoy en día podemos afirmar que un enfermo de esclerosos múltiple puede tener una calidad de vida y una expectativa de vida muy similar a la de una persona con una enfermedad crónica controlada. Y esto es muy importante porque es una patología que padecen jóvenes en edad laboral y reproductiva, aunque hay un repunte en la actualidad en mayores de 50 años afecta más al sector poblacional entre los 20 y los 35 años. También hay que decir que hay una prevalencia mayor en mujeres, en concreto, de cada cuatro enfermos con esclerosis múltiple, tres son mujeres.
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