La FAO advierte de que la escasez de agua propiciará una «reestructuración del uso de la tierra»
- UIMP
David Laguillo
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Dentro del Encuentro «Agua y siglo XXI: un reto compartido»
El representante de la Unidad de Agua de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Julián Martínez, ha advertido hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de que la escasez de agua propiciará una «reestructuración del uso de la tierra» para que los recursos naturales se adapten «mejor» a esta situación.
En una rueda de prensa celebrada con motivo de su participación en el Encuentro ‘Agua y siglo XXI: un reto compartido’, organizado por la UIMP, Martínez explicó que en el caso de la «agricultura de secano», que depende de las precipitaciones, «si la lluvia disminuye tiene una relación directa entre la productividad de la tierra y el agua almacenada en el suelo».
En este sentido afirmó que la escasez de agua o la mala distribución de este recurso obligará a «restringir» las áreas de agricultura de secano a aquellos suelos que puedan «retener bien el agua» y «defenderse mejor de la sequía».
Martínez también habló de la «agricultura de regadío» que, según dijo, se está viendo «afectada por el cambio climático». Así comentó que tradicionalmente «muchos» sistemas de riego de España utilizaban el agua de nieve, pero advirtió que ahora se tendrán que regular de forma «artificial» como, por ejemplo, a través de «embalses de agua superficial o el uso de acuíferos».
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el representante de la FAO hizo hincapié en la importancia del agua ya que, en su opinión, es «absolutamente imprescindible» para la producción agraria y la lucha contra el hambre, al que definió como una «lacra» de la humanidad.
«El 20 por ciento de la superficie cultivada en el mundo produce el 40 por ciento de los alimentos», relató Martínez, quien hizo hincapié en que «se necesita producir más» para terminar con el «problema» del hambre y para ello, concluyó, «el agua es fundamental».
Respecto al porcentaje de este recurso que se pierde a través de fugas y las posibles soluciones a esta situación, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Jorge Marquínez, insistió en que «todo sistema de abastecimiento conlleva pérdidas» porque supone miles de kilómetros de tuberías, válvulas y bombeos. No obstante, aseveró que en España se ha avanzado «extraordinariamente» en la solución de este problema.
Marquínez recordó que, desde el año 2006, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino tiene en marcha un programa de modernización de regadíos que ha supuesto una inversión de «cientos de millones de euros» y «está produciendo como media del orden de 100 hectómetros cúbicos de ahorro al año».
«Los gestores no deben dar por buena ninguna pérdida», reconoció el presidente de la CHC, quien concluyó que «este es un asunto que hay que combatir a base de inversiones y mediante una gestión rigurosa».
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