Krugman y el euro que se derrumba como un castillo de naipes
- Editorial
David Laguillo
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{xtypo_dropcap}H{/xtypo_dropcap}ablar mal del euro o mostrarse euroescéptico -no en términos humanos, fronterizos y comerciales, pero sí en términos políticos y monetarios- siempre fue para muchos una verdadera herejía. Pero cuando las «profecías» vienen de voces sólidas y reputadas como el Premio Nobel de Economía Paul Krugman -a la sazón también columnista estrella del New York Times– la cosa cambia.
{xtypo_quote_left}el Euro se cae como un castillo de naipes{/xtypo_quote_left}
Y Krugman, quien lleva tiempo alertando de los muchos puntos de fracaso del euro, ha ido más allá y ha vaticinado que, probablemente en junio, Grecia abandonará el Euro.
Pero todavía más, el experto adelanta que en España y en Italia se producirá un «corralito» -similar al argentino- en el que se limitará las disposiciones de efectivo y se controlarán las transferencias de dinero al extranjero.
En su artículo «Eurodämmerung», Krugman plantea el «fin del Euro», y detalla que el proceso sería solo de unos meses «no años», matiza.
Fue una gran idea en términos de libertad de fronteras y libertad para el comercio, pero pronto se demostró que las desigualdades económicas no eran sostenibles a largo plazo.
Y así, se ha venido cayendo, primero poco a poco como un reloj de arena, pero después con gran velocidad como un castillo de naipes al que el viento y las flaquezas de un proyecto con muchos errores, que no las herejías ni los anti-sistema, está poniendo en grave peligro de desaparición. Ojalá que, en su caída, arrastre al menor número de personas posible.
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