¡¡Vaya país!!. Un país, donde hay más jueces en la calle, que en los tribunales. Un país donde se condena a presuntos sin haber sido juzgados. Donde el que más roba, más vacila al personal. Sí, porque ¿qué pintan personajes como los Bárcenas, Torres, Urdangarín y demás, tomando el pelo a todo el mundo?
¿Es que no hay jueces que se pongan en su sitio y exijan que cada encausado (que es como se dice ahora) presenten todos los documentos necesarios y hasta que no lo hagan no puedan salir de la Audiencia?
Si es que éste es un país donde alumnos agreden a profesores y pacientes a médicos.
Donde la violencia y el vandalismo circula libremente. Donde no se acepta que «mí libertad termina donde empieza la tuya». Donde los pajaritos, en definitiva, disparan a las escopetas.
Las protestas llegan a límites tan surrealistas, como avasallar domicilios de políticos sin respetar a familiares y con el agravante de arremeter contra menores edad. ¡Qué peste!.
Y claro. Un país, donde no hay «un duro». Normal. Los billetes de 500 se los llevan los «chorizos» (la mayoría de cuello blanco) ó gente previamente condenada, pero que circula libremente, como el caso del clan poligonero chino, vuelto a detener recientemente.
Todo ello, sin entrar en «detalles» como el caso «Marta del Castillo», en el que un par de sinvergüenzas continúan riéndose del mundo entero.
Un país… ¡¡qué país…!!.
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