Inaugurada en Suesa las obras que eliminan los últimos vertidos directos a la Bahía
Gorostiaga señala que «ahora sí, toda la Bahía de Santander cuenta con una red de saneamiento y depuración de aguas»
La Vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Dolores Gorostiaga, ha señalado hoy en Suesa (Ribamontán al Mar) que «podemos decir, al fin, que ahora sí, toda la bahía de Santander cuenta con una red de saneamiento y depuración de aguas». Gorostiaga, acompañada del consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, y de los alcaldes de Ribamontán al Mar, Medio Cudeyo, Marina de Cudeyo y Ribamontán al Monte, entre otras autoridades, ha inaugurado esta mañana, en la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) de Suesa, las obras complementarias del saneamiento de la Bahía de Santander en el Arco Sur, que ascienden a 28 millones de euros y que finalizan los trabajos iniciados hace más de una década para conseguir una bahía limpia, última fase para lograr la total eliminación de vertidos contaminantes a un entorno natural de gran valor ecológico que comparten siete municipios cántabros.
Gorostiaga ha iniciado el discurso de inauguración señalando que «hoy hacemos justicia con una importante zona de Cantabria que no fue atendida en el momento preciso», refiriéndose a localidades como Elechas, Gajano, Pontejos, Heras o San Salvador, y añadiendo que «los que entonces fueron olvidados, hoy ya disponen de la misma calidad de servicio de saneamiento y depuración de aguas imprescindible para los hogares y para la industria».
La Vicepresidenta se ha referido al proyecto para el desarrollo del área industrial de Marina de Cudeyo, aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno, que albergará, entre otras cosas, el Centro de Proceso de Datos del Banco Santander. Entre la inversión del Gobierno y los agentes privados, este área alcanzará la suma de 340 millones de euros. Gorostiaga ha dicho que uno de los motivos por los que el Banco Santander apostó por Marina y Medio Cudeyo para instalar este centro fue la existencia, no sólo de una gran área industrial y de buenas comunicaciones, sino también de una excelente red de abastecimiento y depuración de aguas. Gorostiaga ha añadido que «llevamos años trabajando para el futuro de la zona sur de la Bahía, y puedo asegurar, que el futuro industrial y económico es más que prometedor».
El consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, se ha referido a estas obras de saneamiento como a una actuación de gran complejidad, que se ha llevado a cabo con «exactitud de relojero» y con «gusto estético» para dar servicio «casi a cada uno de los domicilios de pequeños núcleos de población que suman casi 90.000 habitantes». Martín se ha mostrado satisfecho porque, tras casi 3 años de obras, finaliza una labor «de muchos gobiernos» que comenzó en 1999 y que, inicialmente, contó con el apoyo de la Unión Europea.
Para el consejero, esta inauguración es una buena noticia, porque los vecinos de la zona y los numerosos visitantes del presente y del futuro «cuentan con la garantía de que ya no hay aguas residuales vertiendo a la Bahía».
Con respecto a las obras, y dada la orografía y la dispersión de los núcleos urbanos de Marina de Cudeyo y Medio Cudeyo, la red de saneamiento evidenció la necesidad de poner en marcha un sistema de recogida y tratamiento de los vertidos de aguas residuales. Con el fin de evitar la proliferación de pequeñas depuradoras locales, la Consejería de Medio Ambiente desarrolló una red ramificada formada por colectores que recogen la práctica totalidad de los vertidos de la zona hasta una EDAR central en Suesa, donde se lleva a cabo el tratamiento necesario antes de su restitución al medio.
Para favorecer una red controlada, se ha implementado la tecnología más puntera a través de sistemas centralizados que envían la información vía GSM a un punto de control, ubicado en las instalaciones de la EDAR Río Miera. De esta forma, es posible conocer todo lo que ocurre en la red de saneamiento en tiempo real, así como corregir cualquier incidencia que el funcionamiento del sistema automatizado no pueda resolver.
El Saneamiento Integral de la Bahía de Santander se inició en 1999 con la construcción de la red general de colectores-interceptores de los vertidos de aguas residuales de Santander. Una de estas actuaciones iniciales fue la construcción de la EDAR de San Román. Posteriormente se irían incorporando los vertidos de Camargo, El Astillero, Piélagos, Santa Cruz de Bezana y Villaescusa.
Estas actuaciones resolvían las necesidades en materia de saneamiento de Santander y su área metropolitana, pero no la situación de las márgenes Sur y Este de la bahía. Para completar su saneamiento y depuración era imprescindible la realización de dos saneamientos que confluían en la EDAR Río Miera en Suesa: el saneamiento de la cuenca media-baja del río Miera» y las obras complementarias del saneamiento de la Bahía de Santander (Arco Sur)», lo que permitiría evitar la totalidad de los vertidos en una zona de gran valor paisajístico.
Obras complementarias del saneamiento de la Bahía de Santander (Arco Sur)
Con una población dispersa y sin núcleos de población de entidad, los municipios de Marina de Cudeyo y Medio Cudeyo se han convertido en los principales puntos de actuación de las obras complementarias del saneamiento de la Bahía de Santander (Arco Sur). Sin embargo, no hay que olvidar que en su territorio existen importantes enclaves industriales, como el Polígono de Heras, el Polígono de Gajano o el futuro polígono industrial AIEP Marina-Medio Cudeyo, que contará con una superficie de más de millón y medio de metros cuadrados.
En un entorno de gran valor medioambiental, ambos municipios no contaban con una red de saneamiento completa, por lo que para asegurar la recogida de la totalidad de los vertidos se requirió la ejecución de más de 28 kilómetros de tubería. A su vez, ha sido necesaria la construcción de catorce estaciones de bombeo, con aliviaderos y tanques de tormenta en los principales puntos de conexión con las redes de saneamiento locales.
Para conseguir un resultado óptimo y eficaz, fueron necesarios exhaustivos estudios hidráulicos, geológicos y estructurales previos al inicio de las obras. Gracias a estos estudios previos se estableció la necesidad de centralizar en una única planta depuradora el tratamiento de aguas residuales de la cuenca media y baja del Miera. Para lograr este objetivo prioritario, se procedió a ampliar dicha planta con el fin de elevar su capacidad de tratamiento hasta los 94.000 habitantes equivalentes. Para ello se han ejecutado las obras de ampliación de la EDAR Río Miera que resultaban precisas para adaptar la capacidad de la planta a los nuevos caudales de depuración con una ampliación del tratamiento biológico, la decantación secundaria y el tratamiento terciario.
La ampliación acometida incluye la construcción de nuevo reactor biológico, un nuevo decantador secundario y una nueva línea de filtración y desinfección; además, se ha dotado a la depuradora de los equipos necesarios para incrementar el suministro de aire al tratamiento biológico, así como aumentar la capacidad de recirculación y bombeos. Con anterioridad a su ampliación, la depuradora contaba con la etapa de pretratamiento, equipado con pozo de gruesos, desbaste de gruesos, tamizado y desarenado/desengrasado; reactor biológico de tipo carrusel con dos líneas de tratamiento biológico y procesos de nitrificación-desnitrificación; decantación secundaria, y filtros de anillas y desinfección ultravioleta.
Aprovechando la ejecución de las obras de saneamiento, se ha reforzado también la red de abastecimiento con dos nuevos ramales que suman otros 6 kilómetros de conducción de agua.
Catorce estaciones de bombeo
Las obras de saneamiento llevadas a cabo en el Arco Sur de la Bahía de Santander han supuesto, a su vez, la construcción de catorce estaciones de bombeo. La utilización de materiales de la máxima calidad, la especial atención por el detalle y los acabados, y un exhaustivo control de calidad han contribuido a la consecución de los objetivos marcados.
Ubicadas en parajes de gran belleza paisajística, estas estaciones de bombeo han sido proyectadas con el fin de integrase en el entorno de forma que su presencia se perciba en armonía con lo que le rodea.
Todas ellas poseen un logotipo que incluye en su concepción el rojo, azul, amarillo y verde, que corresponden a una distribución cromática que identifica el color rojo con tanques de tormenta; azul, con aliviaderos; amarillo, con estaciones de bombeo de menor tamaño y por último, el verde, por ubicarse en zonas integradas en el paisaje, en el entorno.
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