{xtypo_dropcap}C{/xtypo_dropcap}omunicar bien es un punto clave, estratégico, indispensable para todo gobernante. Desde el alcalde de cualquier pueblo pequeño hasta presidentes de gobierno, la estrategia de comunicación no se puede dejar en manos de Hilario, «el de los cementos».
Hasta hace pocas horas, pensábamos que Zapatero tenía un caos de comunicación en su gobierno, al menos en su última etapa. Hasta que llegó Rajoy, y elevó el desastre a niveles estratosféricos. Continuando con la tradición, Rajoy toma el relevo y la estrategia de comunicación del nuevo ejecutivo se disuelve entre recortes camuflados como ajustes, primas, sobrinos y demás familia.
El resultado: un caos de proporciones estratosféricas que, si bien no dará al traste con el gobierno del PP, sí lo ha dejado bastante tocado, de cara incluso a sus propios votantes dentro de España, y con la imagen dañada en el exterior del país.
Y por cierto, también se puede legislar y recortar hacia las rentas altas, y meter la mano en el bolsillo de los ricos y poderosos. Más que nada, para no cargar siempre en las espaldas de la población humilde todos los castigos…
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