Falso: el agua alcalina no previene ni cura el coronavirus
-Científicos del TEC de Monterrey no han recomendado mantener el cuerpo en un estado alcalino
-Ni la dieta alcalina ni el agua alcalina tienen ningún fundamento científico para prevenir o curar el coronavirus, el cáncer o la diabetes
Por desgracia existen vendedores «sin escrúpulos» que aprovechan cualquier momento, incluida una grave pandemia mundial como el coronavirus COVID-19, para intentar vender sus productos pseudocientíficos.
Desde hace unos días, vienen circulando en redes como WhatsApp varias noticias falsas («fake news») sobre los presuntos efectos de la dieta alcalina o del agua alcalina para prevenir o curar el coronavirus.
Uno de estos mensajes aludía falsamente a una entidad científica como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (TEC) afirmando que para prevenir había que «mantener el cuerpo en un estado alcalino. Un cuerpo con pH alcalino no se enferma, un cuerpo con pH ácido se enferma». La afirmación es rotundamente falsa por varios motivos: en primer lugar el TEC de Monterrey jamás ha emitido semejante recomendación pseudocientífica, como ha negado la propia institución.
En segundo lugar, no existe ninguna base científica en la afirmación de que «un cuerpo con pH alcalino no se enferma, un cuerpo con pH ácido se enferma» ya que el pH de la sangre se mantiene de forma estable y no se puede interferir en la alcalinidad o acidez a través de la alimentación.
Estos vendedores «sin escrúpulos» de máquinas alcalinizadoras o dietas alcalinas se basan en falacias científicas o burdas manipulaciones de investigaciones de científicos prestigiosos como Otto Warburg, que recibió un premio Nobel por sus descubrimientos sobre la oxigenación celular, nada relacionados con las dietas alcalinas.
¿Cómo distinguir las noticias falsas o «fake news»?
En primer lugar, el síntoma más claro de que podemos estar frente a una noticia falsa es el canal por el que nos llega la «información». Un grupo de WhatsApp o mensajes en redes como Facebook, Twitter o Instagram, no son medios de comunicación verificados ni elaborados por periodistas profesionales, salvo los propios canales de difusión de los periódicos digitales. No existe ninguna conspiración global para ocultar información a la ciudadanía mundial, simplemente los periodistas y los medios de comunicación no difunden – o no deberían difundir – bulos o textos pseudocientíficos sin verificar.
En segundo lugar, comprobar si el contenido de la «información» que nos ha llegado está publicado en las fuentes oficiales correspondientes a cada Comunidad Autónoma o Ministerio. Si el contenido no se encuentra publicado en los canales oficiales de las instituciones, es otro claro síntoma de que estamos ante una «fake new».
Las noticias falsas siempre aluden a la cadena de confianza para que el receptor se crea la mentira que se difunde, con fórmulas como «Confirmado, yo lo he visto»; o «mi hermana ha sido testigo», y también se suelen añadir las teorías conspiranoicas que comentábamos antes como «no lo leerás en los medios de comunicación» o «nos lo ocultan por intereses de las empresas farmacéuticas».
La verdad es que el coronavirus, el cáncer y la diabetes, entre otras, son enfermedades para las que todavía es necesario investigar mucho más, gracias a miles de esforzados científicos en todo el mundo que dedican horas de trabajo infatigable.
Y si un mensaje con presunta información sanitaria o científica no está en los medios de comunicación serios y tampoco está en las fuentes oficiales de las instituciones, es por un motivo claro: es una falsa información o un bulo. No pique.
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