• 23 de noviembre de 2024

Borja San Emeterio

Elecciones andaluzas, primer asalto

Borja San Emeterio
Borja San Emeterio

Por Borja San Emeterio

Después de una semana trepidante y con el resacón del PegasusGate y lo que ha probado, debemos centrarnos en esa carrera electoral que se avecina en Andalucía, el primer asalto de la nueva dirección del Partido Popular y la prueba de fuego del proyecto de la Señora Yolanda Díaz.

Pero, ¿por qué se producen estas elecciones? Primero, cuando se tiene una mayoría parlamentaria juntado al equipo de gobierno y a la extrema derecha, el presidente decide adelantar las elecciones simple y llanamente por obtener un mayor peso en el palacio de San Telmo y tener la disculpa perfecta, como pasó en Castilla y León, para abrazar a la extrema derecha y quitarse un rival político, un partido en caída libre, como es su socio de gobierno Ciudadanos.

Segundo, al ver el auge en las encuestas, quiere validar el peso que consiguió en el nuevo PP, que lo único nuevo es que el gallego que lo preside no tiene barba, y así ser un gallo de corral e intentar parecer un «Díaz Ayuso 2».

Pero, ¿quiénes son los actores de esta nueva contienda electoral?.

PP: Moreno Bonilla, el presidenciable, el que quiere revalidar el sillón en el Palacio de San Telmo. Un actor con un ego desmedido, sabiendo que las encuentas le son favorables, que tiene un peso muy grande en el nuevo PP, y eso lo quiere trasladar al parlamento andaluz.

Vox: Macarena Olona, la que se postula como presidenta pero sabe que su sitio es la vicepresidencia y la muleta de Moreno Bonilla. Una abogada del estado que en el pasado se encargó de perseguir la corrupción en el País Vasco y nunca consigio absolutamente nada, ni una mísera prueba. Dentro del congreso de los diputados se ha visto su altura y estrategia política: el uso del barro y las mentiras, sin contar el ataque constante a los colectivos minoritarios: mujeres y su negación de la violencia de género, hay que recordar su nauseabunda intervención: un hombre no mata, mata un asesino, un ataque constante al colectivo LGTBIQ+ y a su libertad, que ella prefiere que se los atrinchere en guetos, y su ataque a los inmigrantes, por el simple hecho de serlo, prefiere la inmigración «ordenada», esa que tanto aboga y que aún así discrimina.

PSOE: Juan Espadas, un gran alcalde que ha sabido mantener un estatus en una gran ciudad de Andalucía, que ganó con amplia mayoría sus primarias, y que viene a estas elecciones a recuperar esa hegemonía del PSOE en Andalucía, solo interrumpida por este gobierno de PP y Ciudadanos con ayuda de la extrema, hay que recordar la altura política de este gobierno, más que favorecer a los andaluces han preferido favorecer a sus votantes y a su amigo inseparable, la extrema derecha.

Teresa Rodríguez: esa amalgama de tránsfugas de Unidas Podemos, que han demostrado con esta candidatura estar más preocupados con su interés personal, que en aunar el voto de la izquierda más allá del PSOE, haciendo ver su altura de miras política y que solo piensan en ellos mismos.

Proyecto Yolanda Díaz: ese conjunto de partidos de izquierdas (Izquierda Unida, EQUO, Más País, etc.), que quieren testear si ese proyecto de la vicepresidenta que aúna en su persona es posible o solo es agua de borrajas, cabe destacar el lío de Unidas Podemos si o Unidas Podemos no, por un retraso en la presentación de la lista en coalición, si algo empieza mal se sabe como se acaba.

Ciudadanos: el señor Marín, ese vicepresidente que sabe que pese a cualquier esfuerzo va a acabar en la desaparición o en sacar su propio escaño, si dos partidos hacen lo mismo, mejor votar al original que siempre será mejor que la copia barata. Un proyecto que vendía liberalismo y centrismo pero sigue siendo la misma derecha rancia de siempre, eso sí, en vez de traje ellos van de cayetanos progues, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

En resumen, una carrera electoral que se inició con el último rebujito que se sirvió en la feria de abril de Sevilla.

Una carrera de la que se extraerán 3 cosas: si Vox sigue siendo el compañero de viaje del PP para las generales, si Feijoó hizo bien en darle un gran poder al PP andaluz en su ejecutiva, y si el proyecto de Yolanda Díaz es viable.

La antesala de las generales de 2023, una apuesta por los gobiernos rancios de la derecha y su amiga, la extrema derecha, o volver a la hegemonía del PSOE en Andalucía.

Palabra de joven.

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