El Sardinero no aguanta a Mandiá
El Racing sigue sin ganar en Santander y el técnico espera «entrenar muchos más partidos al equipo»:
Qué fácil es ganar a este Racing. Sólo hace falta provocar algunas ocasiones, no muchas, a balón parado y tener a la zaga atenta a los innumerables balones largos que lanzan los santanderinos para llevarse la victoria. Y poco más necesitó el Athletic de Bilbao para llevarse los tres puntos de un Sardinero que, harto de desesperarse ante el pésimo juego de los suyos, no aguanta más a Mandiá.
El público fue escrupulosamente puntual ante la petición del todavía técnico racinguista de no abroncar a los jugadores hasta el final en caso de no conseguir la victoria: el graderío aguantó hasta el minuto 43 de la segunda parte con el partido ya perdido para corear el «Mandiá vete ya» y sacar los pañuelos ante un cariacontecido Pernía en el palco.
Las innovaciones de Mandiá
Pernía pidió cambios en su visita al entrenamiento del otro día y Mandiá se los presentó: Munitis a la grada (quién sabe si castigado por «contestón»), los fichajes estelares para la zaga Morris y Henrique sin opciones ante el debut del canterano Osmar y ¡oh sorpresa! el defensa central Moratón convertido en constructor del juego verdiblanco por obra y gracia de los cursos de entrenador de la Federación Española de Fútbol: Diop (otro fichaje «acertado») y Colsa se frotaban los ojos en el banquillo… y miles de afionados desde la grada.
Inició bien el partido… el Athletic, con más presencia ofensiva de la que se le suponía en un principio y un par de buenas aproximaciones al área de Toño hasta la ocasión de Geijo, ese delantero centro que aún no ha marcado un gol con la elástica santanderina y en el minuto 13 se vio el motivo: buen control orientado con el pecho dejando caer el balón y disparo digno de un alevín: flojo y al centro. Un minuto más tarde Lacen no llegaba a rematar un centro desde la derecha de Tchité en lo que parecía la resurrección cántabra basada en las permutas de banda de Serrano y Luis García y los consabidos balones largos para los delanteros, pero algo era algo.
Otro gol en contra a parón parado
Hasta que llegó la dudosa falta señalada por el colegiado, tan malo como sus asistentes, que supuso el gol de cabeza de Gurpegui en el milésimo error de marca de la zaga racinguista de la temporada: otra vez el Racing con el marcador en contra, otra vez la llamada a la épica, otra vez…
Los «leones», muy quejosos durante todo el partido, trataron de narcotizar el encuentro al mejor estilo de Caparrós: al suelo ante el más mínimo contacto, parsimonia al iniciar el juego y algo de toque: perfecta lectura del «otro fútbol», que decía Camacho. Mandaron a Torrejón a ser cosido a la caseta tras una entrada para la cual la tarjeta amarilla fue merecido castigo y el Racing estuvo casi diez minutos con uno menos: fue precisamente en esos momentos cuando los cántabros tuvieron la ocasión más clara para empatar en las botas de Tchité, pero el africano disparó, una vez más, al muñeco.
Geijo probaba fortuna en el 44 pero mandó el balón a la tribuna superior y el colegiado mandaba a los jugadores al vestuario mientras los más castizos de la grada entonaban el «la vida sigue igual»: el Racing jugando a ráfagas, más por arranques de coraje de algunos de sus jugadores que por un sistema claro de juego, los medio centros sin construir fútbol, la defensa temblorosa (y conste que Osmar no empeoró a los ausentes)y una delantera sin gol, confiada a las excentricidades balompédicas de Tchité, tan trabajador como desacertado, y eso que con dos goles en diez jornadas es el delantero más realizador del equipo.
Segunda parte sin recursos
Mandiá debía estar satisfecho con lo ofrecido por los suyos: ningún racinguista calentando en el descanso y ningún cambio, ni de hombres ni de estilo (quiero decir de falta de estilo). Y aún así dispuso el Racing de otra clara oportunidad en el 47 tras la salida de un saque de esquina, pero Iraizoz desvió con acierto la pelota.
Los de Bilbao jugaban cómodos, sin complicarse la vida, acercándose casi sin querer al área de Toño, tocando las más de las veces con acierto y con un criterio «made in» Caparrós: no arriesgar ni para atarse las botas. Pero insisto, con poco basta. Mientras el Racing lo seguía más o menos intentando a base de arreones, los del Nervión se movían cerca de la cal del área de gol con inusitado peligro, un par de faltas cerca del área hacían presagiar lo peor, que llegó cerca de la media hora de juego de esta segunda parte de penalti clarísimo transformado por Iraola (ojo a este chico).
El recurso de Mandiá para aquel entonces fue de aquellos tan típicos de su predecesor Muñiz: cambiar a un lateral izquierdo por otro. Tan poco brillante como efectivo, además de inútil, ya que el bueno de Sepsi en nada mejoró a Fernández, si acaso lo empeoró en funciones defensivas, además de colocar al central Moratón de eso mismo obligado por la sustitución de Torrejón,lesionado.
Cien balones aéreos convertidos en cien balones perdidos, algún detalle de Xisco (sustituto de Tchité) y Arana (sustituto del lesionado Torrejón) y la grada esperando su momento, que llegó en el 88 de partido para dictar sentencia: ahora Pernía ya tiene claro el apoyo popular con el que cuenta el equipo técnico y a la hora de redactar esta crónica aún no se ha hecho oficial lo que todos dan por hecho, el costoso despido de Mandiá y sus ayudantes, quien ha declarado en sala de prensa que espera seguir entrenando al equipo «muchos partidos más» dejando clara su intención de no dimitir. Y es que quien dimite, no cobra.
El feo detalle de Caparrós
Por cierto que aún quedaba tiempo para el detalle sin duda más desagradable del encuentro: en el minuto 93, con el partido finiquitado y media grada de camino del autobús, Joaquín Caparrós, ese técnico que con detalles como éste no merece el centenario y noble banquillo que ocupa, daba entrada a López en sustitución de Susaeta para jugar quince segundos. Una falta de cortesía que retrata a su autor pero que no debe desmerecer en modo alguno la victoria justa de los suyos ante un Racing inoperante y desarmado, sin personalidad y que ha acabado con la paciencia de su afición.
FICHA TÉCNICA:
Racing: Toño; Pinillos, Torrejón (Arana, min 60), Osmar, Christian (Sepsi, min 70); Luis García, Moratón, Lacen, Serrano; Geijo y Tchité (Xisco, min 60).
Athletic de Bilbao: Iraioz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Castillo; Javi Martínez; Susaeta (David López, min 93), Orbaiz (San José, min 88), Gurpegui, De Marcos; y Ion Vélez (Díaz de Cerio, min 86).
Goles: 0-1, min 31. Gurpegui remata sólo de cabeza a pase de Castillo. 0-2, min 74. Iraola, de penalti.
Árbitro: Paradas Romero. Mostró cartulinas amarillas a Tchité, Pinillos, Lacen y Christian por el Racing y a Vélez y Ustaritz por el Athletic.
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