“El reto ante el abuso sexual infantil se da porque muchas veces no existen signos evidentes”, señala experta en Medicina Legal
- Cantabria
David Laguillo
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-María Teresa Zarrabeitia y Ana Santurtún codirigen el curso ‘El maltrato infantil: La necesidad de un abordaje interdisciplinar’ en Santander
Santander, 4 de julio de 2018.- “El abuso sexual es un tipo de maltrato infantil muy difícil de estudiar desde una perspectiva epidemiológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños lo han padecido, pero estos datos son difíciles de confirmar e incluso cuando existe la denuncia, para el médico forense se da un reto porque muchas veces en la exploración no existen signos evidentes”, ha afirmado la profesora ayudante doctora de la Unidad de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (UC) Ana Santurtún.
La profesora se pronunció así con motivo de su ponencia ‘El abuso sexual en la infancia: El papel de la genética forense’, perteneciente al seminario ‘El maltrato infantil: La necesidad de un abordaje interdisciplinar’, que codirige junto a la catedrática de Universidad en la Unidad de Medicina Legal de la UC, María Teresa Zarrabeitia, y que se ha venido desarrollando hasta hoy en la facultad de Derecho dentro de los Cursos de Verano de la UC.
“Muchas veces no ha habido siquiera contacto físico, porque puede haber abuso con o sin él, o la denuncia es mucho tiempo después del abuso, de ahí que exista una dificultad añadida cuando se trata de analizar vestigios desde la genética forense”, continuó Santurtún.
Muchos estudios “se realizan en la etapa adulta porque hacerlos sobre la población infantil tiene muchas dificultades”, dijo la experta, quien, durante el curso, abordó “tres casos que analizamos el año pasado en los que se sospechaba de delitos contra la libertad y la indemnidad sexuales y en los que hicimos un análisis de las sentencias”.
Con el monográfico, Zarrabeitia y Santurtún querían “crear un programa que permitiera una formación integral a personas de distintos ámbitos de conocimiento” porque, en su opinión, “el maltrato infantil es un tema del que se habla poco, un problema de salud pública reconocido como tal, pero aún muy desconocido por los profesionales”.
Se trata, para Santurtún, de trabajar para “visualizar el problema”, ya que “o entendemos que somos responsables como sociedad de estar alerta o si no poco se va a poder trabajar ni en la detección y mucho menos en la prevención”.
Por ello, las directoras hicieron especial énfasis en crear un programa que involucrara “tanto a gente de Ciencias de la Salud, enfermeros, pediatras, psiquiatras, psicólogos, médicos forenses, como a profesionales del ámbito del derecho, educadores sociales o profesores”, a quienes Santurtún agradeció “la disposición para exponer su punto de vista”.
La participación del primer día del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que “habló de la obligación que tenemos como sociedad de denunciar porque muchas veces el maltrato infantil se va a dar en el seno familiar y hace falta que alguien haga sonar la alarma”, o la de una profesora que explicó “cómo han podido, en los casos en los que han sospechado, hacer que todo se activara, con qué cuentan y con qué no”, son dos ejemplos, para la experta, de la heterogeneidad de perspectivas con las que ha contado el curso.
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