El Racing arriesga su permanencia al perder de nuevo en El Sardinero, frente al Almería
- Deportes
David Laguillo
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El equipo, a cinco puntos del descenso
Muñiz, abroncado por la grada
El Almería certifica su permanencia con dos goles de Ortiz
Racing: Coltorti; Pinillos, Moratón (Uri, min 79), Marcano, Sepsi (Serrano, min 46); Munitis, Colsa (Edu Bedia, min 46), Lacen, Toni Moral; Tchité y Zigic.
Almería: Esteban; Bruno, Santi, Chico, Mané; Juanito, Soriano; Ortiz, Uche (Solari, min 88), Nieto; y Negredo (Julio Álvarez, min 67).
Goles: 0-1, min. Ortiz. 0-2, min 14. Ortiz.
Árbitro: Ayza Gámez (Comité valenciano). Enseñó amarillas a Moratón, Marcano y Lacen por el Racing y a Juanito por el Almería.
Tarde gris en lo climatológico y en lo futbolístico para el racing en El Sardinero, donde el equipo local cede la octava derrota, el peor conjunto en casa de toda la Liga, y deja el descenso a cinco puntos.
Muñiz dejaba de nuevo a Serrano en el banco de inicio, y eso parece un lujo inadmisible para un conjunto como el Racing pese a la buena voluntad, que no acierto de su sustituto Moral. En el minuto dos, tras un mal despeje de un desacertado Sepsi que rebotó en Uche, Ortiz marcaba el primero para el Almería con cientos de espectadores victimas del caos circulatorio de Santander aún por ocupar sus localidades. No era el gol andaluz una casualidad como tuvo que demostrar el arquero suizo del Racing al sacar una mano mágica para evitar el segundo gol en el minuto seis, que sin embargo llegaría tras una buena jugada de un habilidoso y rápido Nieto que Ortiz aprovechó revolviéndose en el área ante la pasividad de la defensa santanderina. Dos a cero en el minuto doce y el racing, obligado a remar contra corriente.
El Almería de Hugo Sánchez jugaba al primer toque, con ánimo asesino en sus combinaciones y obligaba a la descolocada defensa racinguista a correr sin orden ni concierto tras los jugadores almerienses, en especial tras Negredo y el jugador de banda izquierda, Nieto, que descosía continuamente a Pinillos obligando a Moratón a jugarse la expulsión repetidamente al enfrentarse en el uno contra uno, sin que desde el banquillo pareciera aportarse ninguna solución táctica.
Zigic, Tchité y Colsa disparaban sin convicción ni acierto sobre la portería de Esteban en tres aproximaciones al área visitante producto de constantes balones en largo en el habitual y nada estético juego aéreo del racing, lo que levantaba las primeras protestas de la grada antes de cumplirse el minuto veinte de partido. La primera jugada bien trenzada de los cántabros en el minuto veintiocho, finalizo en un remate al larguero de Zigic, tras asistencia de Pinillos, y de ahí al final de la primera parte, vuelta a la «patada a seguir» y a los continuos intentos de un Munitis tan activo como poco afortunado en el regate y la entrega.
Tras el descanso, Muñiz sustituía a los desacertados Colsa y Sepsi por Edu Bedia y Serrano, y ambos jugadores aportaron clase y rapidez al juego del equipo. Bedia recibía y tocaba con buen criterio y al primer toque, apareciendo como esperanza canterana en el gris juego del equipo mientras Serrano incomodaba en su banda con la ayuda de Moral en el lateral izquierdo y enviaba centros al área que nunca encontraron rematador. El Almería dio un paso atrás para guardar mejor su área y salir a la contra, por lo que el racing mejoró algo su juego en los primeros minutos, que sin embargo se iría diluyendo en incontables envíos al área de Esteban que la zaga andaluza despejaba sin problemas, pese a los continuos intentos de Munitis y Tchité por la derecha y Serrano por la izquierda.
A falta de algo mejor, el público aplaudía de manera inexplicable el gol del Sporting de Gijón, rival directo en la lucha por evitar el descenso, ovacionaba al ex racinguista Julio Álvarez, tan abucheado en ocasiones en su etapa en el Racing… , y abroncaba pañuelo en mano a un Muñiz oculto en el banquillo durante la mayor parte del encuentro. Mientras el técnico racinguista echaba a los leones de la pitada a Moratón para hacer debutar a Uri, que poco podía aportar, Hugo Sánchez corregía posiciones de sus jugadores, planificaba y ejecutaba cambios en tiempo y forma y aplaudía y animaba sin descanso a sus pupilos. Comparen.
Otro remate de cabeza del serbio Zigic y un buen disparo de Serrano desviado con el pie por el meta almeriense fueron los únicos intentos destacables del racing por cambiar el sino del partido. Coltorti salvaba el tercero en el último minuto y la afición desfilaba por los vomitorios del estadio antes del pitido final que deja a los santanderinos a cinco puntos del descenso y con la necesidad de lavar la imagen ante la revelación de la Liga, el Málaga, y de ganar uno de los partidos ante Recreativo o Getafe, rivales de los cántabros en la encarnizada lucha por la salvación. Poco apto para enfermos cardiacos.
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