El paro sube en Cantabria y ¿dónde está el Gobierno?

No sería justo olvidar los esfuerzos del ejecutivo cántabro por desarrollar grandes planes como el eólico, el AVE, u otros similares, pero parece que la economía real no responde todavía a esas actuaciones. En Cantabria no se crea empleo y el poco que se crea es de muy baja calidad. Poco importan las ‘vueltas’ o ‘mareos’ lingüísticos que podamos dar a las cifras, y las interpretaciones, en algunos casos muy pintorescas, que se puedan extraer de las estadísticas.

 

En esta tesitura, los cántabros necesitan saber que tienen un gobierno activo, un gobierno que hace cosas por los cántabros, un gobierno de acción. Pero de momento, sin grandes cambios a la vista, desde el punto de vista teórico ni tan siquiera existen muchas ‘declaraciones de intenciones’, en forma de discursos, que podamos tomar como referencia. Y en cuanto a la acción práctica, apenas hay ejemplos de gestión o intentos de solución de esta terrible situación de paro, inestabilidad y en muchos casos pobreza.

 

Tampoco sería justo no apuntar que los gobiernos locales o regionales no son responsables de la situación de crisis actual, y también debemos tener en cuenta que su capacidad de acción real en ocasiones no es demasiado amplia por cuestiones legislativas, competencias, capacidad económica, etc.

Pero sí son responsables de gestión y ya que se trata de las administraciones más cercanas al ciudadano de a pie, puesto que el concepto ‘estado’ es muchas veces lejano, nos gustaría ver un cambio, un punto de inflexión en el gobierno de Cantabria, porque la realidad se empeña, una y otra vez, en llevar la contraria a las positivas lecturas que suelen hacer los gobernantes locales de la situación real de la región.

 

La realidad demuestra cada día que muchas de las afirmaciones de miembros del gobierno de Cantabria eran demasiado optimistas. En este sentido, hace falta mayor capacidad de acción, intentando por parte del gobierno de Cantabria impulsar y reactivar la creación de empleo, un factor fundamental para conseguir remontar esta crisis. Quizá el impulso y ayuda a los pequeños autónomos y a las PYMES locales, en lugar de promocionar, dar facilidades y subvencionar a grandes corporaciones -que deslocalizan su producción en cuanto tienen oportunidad- es una solución sensata para fomentar y crear empleo local.