El Comité de Empresa de Ferroatlántica considera que ‘no hay justificación real’ para el ERTE propuesto
– Los representantes de la plantilla han asegurado que la afectación real será del 4,8% del total de la jornada en diciembre
-Acusan a la empresa de desviar parte de la producción cántabra a una factoría gallega donde se elevan los costes
El Comité de Empresa de Ferroatlántica en el centro de trabajo de Boo de Guarnizo, con la total unanimidad de todas las representaciones sindicales (CCOO, UGT, USO y SU), ha mostrado su total rechazo a la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) propuesto por la factoría y su absoluto desacuerdo con una medida que, a su juicio, no tiene una justificación real.
El ERTE, efectivo a partir del pasado 9 de diciembre y que en realidad tiene una afectación del 4,8% del total de las jornadas en este mes de diciembre, “una cifra ridícula”, no tiene para el Comité ningún sentido y tampoco se ajusta a las causas económicas, productivas y organizativas que ha alegado la empresa para poner en marcha esta medida.
El Comité de Empresa ha subrayado que la parada de dos hornos en la fábrica de Boo, que pone en riesgo la prima de interrumpibilidad, que en diciembre viene siendo de unos 350.000 euros, se hace por una decisión empresarial de desviar la producción del centro cántabro a la planta gallega de CEE-Dumbria, “que hoy en día está subcontratada y que en la actualidad no pertenece al grupo Ferroglobe”, han explicado los representantes sindicales en Ferroatlántica.
En este sentido, han apuntado que, además, producir en la factoría gallega supone 40 euros más por tonelada que hacerlo en Cantabria, según datos que les ha facilitado la propia empresa, pero que tiene que ser así por un contrato de Ferroglobe con la fábrica gallega de CEE – DUMBRIA por la venta de las centrales hidroeléctricas que tenía en concesión.
“Este ERTE no tiene razón de ser, el ahorro es tan sólo de 10.000 euros en gastos salariales, sin contar con que con la decisión de llevar la producción a Galicia se está perdiendo dinero. El ERTE del grupo es de febrero y la compañía, con el afán de vender los saltos de agua de CEE – DUMBRIA, ha permitido que este centro gallego y la fábrica de Sabón, también en Galicia, hayan permanecido a menos del 50% de su actividad en los primeros meses de este año, sin tomar la empresa ningún tipo de medida por temor a que la Xunta de Galicia echará al traste la venta”, han señalado los miembros del Comité de Empresa.
Para ellos, la factoría cántabra ha sido la cabeza de turco de una estrategia empresarial que ha perjudicado a la factoría de Boo desde el nombramiento del director de la planta como jefe de Producción de Europa y África y que se materializó tras una fallida reunión en Madrid el pasado mes de noviembre en la que se pidió para esta planta una importante reducción tanto salarial como social.
El Comité de Empresa ha instado a los Gobiernos autonómico y central a que tomen conciencia de la grave situación a la que han abocado a toda la industria electrointensiva de la región con la nueva subasta de interrumpibilidad y su reducción, tanto en el número de megavatios a subastar como de las cuantías económicas que vienen siendo de menos de la mitad que en la anterior subasta del pasado semestre y han lamentado que de persistir esta situación, las empresas electrointensivas tienen un futuro muy incierto.
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