EDITORIAL-. LALIGA, Movistar, CloudFlare y miles de webs rotas cuando hay fútbol: el escándalo mayúsculo que casi todos los grandes medios están ocultando

Editorial
CANTABRIA DIARIO
26 de febrero de 2025
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Movistar/Telefónica/O2 es uno de los anunciantes más grandes en España con inversiones millonarias en todos los grandes medios de comunicación y, al tiempo, es parte interesada en los derechos del fútbol. Se denunció a sí misma para obtener una sentencia que permite a LALIGA romper Internet a su antojo

En la imagen un router del gigante tecnológico Movistar, epicentro de la polémica del bloqueo de miles de webs españolas por ser, al tiempo, dueño del cable y parte interesada en los derechos del fútbol

En cualquier país normal el escándalo mayúsculo de las miles de webs caídas (incluyendo Medios de Comunicación como este, plataformas sanitarias, bancos e instituciones) en las últimas semanas cada vez que hay fútbol ocuparía portadas y horas en las televisiones y en las radios generalistas, pero ya sabíamos que España no es un país del todo normal, especialmente cuando se toca al sagrado fútbol.

Solo EL PAÍS y LA VANGUARDIA han publicado noticias sobre el bloqueo de las telefónicas al proveedor CloudFlare, a petición de LALIGA, que tumba miles de páginas web legítimas cada vez que hay fútbol, gracias a una ‘torpe’ ejecución (y ‘torticera’ interpretación) de una sentencia que permite a la empresa privada LALIGA romper internet a su antojo. El resto de grandes grupos de Medios de Comunicación guardan un llamativo silencio, o peor todavía se posicionan con descaro a favor del ‘abuso’ de Tebas, mientras el escándalo de los cortes indiscriminados se acrecienta en páginas especializadas en tecnología.

No es baladí considerar el enorme peso publicitario que tiene Movistar/Telefónica en las cuentas de resultados de la inmensa mayoría de grandes conglomerados de Medios de Comunicación, e incluso muchos de esos grandes medios tienen también intereses en la gestión de los derechos audiovisuales del fútbol.

La omertá

Toda esta maraña de intereses económicos e influencias genera un triángulo entre la gran tecnológica, el monopolio de Javier Tebas y el clamoroso silencio de los grandes medios que, a todas luces, es difícil de explicar a una ciudadanía que, con la complicidad de una omertá al más puro estilo siciliano de casi todos los grandes Medios, parece estar más interesada en los hombres en calzoncillos dándole patadas a un balón que en la defensa de los Derechos Fundamentales de la Libertad de Prensa, y el Artículo 20 de la Constitución Española.