Ecologistas en Acción denuncia la variante de Comillas por los «impactos irreversibles que producirá al patrimonio Natural y Cultural»

La organización Ecologistas en Acción (EA) ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Cantabria, así como ante las consejerías de Cultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente, Demarcación de Costas y otras instituciones relacionadas, en la que manifiestan su rechazo a la variante de Comillas, que supondrá la destrucción de «importantes testimonios del Patrimonio Natural y Cultural», según afirman en su escrito.

En su carta, firmada por el portavoz de EA, Manuel Guazo Calderón, requieren la «paralización inmediata» de las obras de construcción de la variante de Comillas y la «anulación definitiva del proyecto de ejecución». Este proyecto, por valor de 6 millones de euros, incurre según los ecologistas en «presuntos delitos contra el Patrimonio y el Medio Ambiente».

Cuevas de El Portillo

Denuncian que estas obras suponen la «destrucción del conjunto de arte paleolítico y los yacimientos arqueológicos que forman las cuevas de El Portillo». En estas cuevas existen muestras pictóricas, grabados y representaciones figurativas, así como concheros y restos arqueológicos del Musteriense y Magdaleniense e industria lítica, viniendo a añadirse al rico acervo patrimonial de Cantabria que, recientemente, la UNESCO y el Gobierno de Cantabria han declarado y reconocido como Patrimonio de la Humanidad.

Fauna y flora del arroyo Gandarias

Añaden también impactos «irreversibles» sobre la fauna y la flora del corredor fluvial del arroyo Gandarias y el sistema kárstico asociado donde al margen de ciertas especies de aves y mamíferos, incluídos en la Directiva Europea de Hábitats, tales como el martín pescador, cangrejo europeo, el gato montés, el lagarto verdinegro, el chotacabras, así como otras especies de insectos, reptiles, aves o mamífero.

EA avanza que trasladará esta denuncia a los tribunales e instituciones cántabras, españolas y europeas y realizará «cuantas movilizaciones y acciones sean necesarias» para anular definitivamente este proyecto «despilfarrador y depredador absolutamente innecesario y carente de la mínima rentabilidad económica, social y ambiental».