Doscientos niños participaron en los talleres «A jugar juntos»
- Santander
David Laguillo
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Esta iniciativa, que tiene lugar en la playa del Sardinero, pretende inculcar actitudes de respeto, colaboración y aceptación hacia los discapacitados
Alrededor de 200 niños han participado, durante los meses de julio, agosto y septiembre, en los talleres «¡A jugar juntos!», organizados por el Ayuntamiento de Santander en la playa del Sardinero con el objetivo de inculcar entre los más pequeños actitudes de respeto, colaboración y aceptación hacia las personas con discapacidad.
Este taller, que se desarrolla en colaboración entre las concejalías de Autonomía Personal y de Medio Ambiente y con el apoyo de COCEMFE, CERMI y ONCE, pretende concienciar a los niños de que pueden jugar y compartir actividades lúdicas con niños con discapacidad, explicaron los concejales de Autonomía Personal, Roberto del Pozo, y de Medio Ambiente, Carmen Ruiz. Los talleres tienen un carácter eminentemente práctico y participativo, favorecen el trabajo en equipo y el respeto, la diversión y la cooperación son los protagonistas.
Los concejales destacaron que, debido a la positiva acogida que ha tenido esta iniciativa, se decidió prolongar la actividad, en principio programada para los meses de julio y agosto, también a septiembre. El proyecto tuvo como objetivos principales facilitar la participación de los niños con alguna discapacidad en actividades de ocio con otros niños y que los niños sin discapacidad comprobaran que pueden divertirse de la misma manera teniendo una discapacidad, así como cambiar los términos incorrectos sobre la discapacidad por otros adecuados.
En el taller se realizaron diferentes juegos y actividades. Para conocer mejor los diferentes tipos de discapacidades, los niños completaron un mural, en el que tenían que asociar carteles con los nombres de diferentes discapacidades a los dibujos de los niños que las tenían, así como juegos de pizarra y tarjetas para enseñar a los niños la correcta terminología sobre la discapacidad. A un nivel más específico, se propuso a los niños que simularan tener una discapacidad visual, tapándoles los ojos con un antifaz y que se orientaran en un dibujo, tiraran penaltis, jugaran con pelotas con sonido, reconocieran objetos, etc.
Respecto a la discapacidad física, los participantes realizaron diversos juegos con las piernas atadas a un compañero, sin utilizar las manos y en silla de ruedas. También se trabajó sobre el trato a las personas sordas, dando nociones básicas sobre la lengua de signos y realizando diferentes actividades en torno a los signos aprendidos, así como proponiendo juegos en los que debían comunicarse únicamente mediante imágenes y lenguaje corporal.
«El Ayuntamiento de Santander ha impulsando esta iniciativa con el objetivo de sensibilizar a los más pequeños en actitudes de respeto y colaboración hacia las personas con discapacidad y continuará con su propósito de sensibilizar a la ciudadanía, impartiendo conferencias a funcionarios municipales, asociaciones, colegios, etc., en aras de conseguir, con el esfuerzo de todos, la necesaria participación social de las personas con discapacidad», señalaron Roberto del Pozo y Carmen Ruiz.
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