Doble F ( Familia Feliz )
Por Diego Loureiro
CUENTOS ABSURDOS VIII
La familia estaba triste, sabían que este día del que habían oído hablar más de un billón de veces podría llegar en algún momento, y ese día había llegado.
Los padres eran dos rosas que tenían dos hijos, un clavel y una margarita, era una familia de flores muy unida, se limitaban a estar… en el campo… estar simplemente, sin desear nada, bellos todos y cada uno de los integrantes de esta familia de flores, se limitaban a recibir el sol, la lluvia, el día y la noche, y todo lo hacían sin juzgar, sin comparar, sin competir, eran…como una melodía en perfecta sincronización con el universo, una familia perfecta. Ese día, por la mañana, el padre rosa los reunió a todos, bueno, en realidad no los reunió, porque ellos siempre estuvieron reunidos desde que nacieron en ese rincón del campo, simplemente, el padre empezó a hablar.
_siempre os dije, querida familia, que este día tan fatídico podría llegar, y ha llegado
_ ¡no papa!_ dijo clavel mirando a su padre _ ¡tenemos que hacer algo!, podemos…
_hijo mío, te quiero, pero ellos…ellos no entienden nada sobre el amor, no saben absolutamente nada sobre lo que es amar, hablan, eso sí, todo el día hablan del amor, pero lo que no saben es que del amor no se habla, en cuanto verbalizas sobre un sentimiento tan profundo como el amor, se desvanece, en cuanto pones en marcha la mente, el alma se silencia.
_ ¡pero papa, seguro que puedes hacer algo!
_me temo que no…clavel.
Margarita empezó a llorar y a gritar:
_ ¡papa, no papa, haz algo por favor, tenemos que parar esta maldición!
_lo siento bella margarita hija mía, no hay nada que hacer.
La madre rosa empezó a llorar, mientras señalaba petrificada de terror al gigante humano que se agachaba con una sonrisa terrible hacia la pobre familia de flores.
_ ¡no temáis!, dijo el padre, ¡pensemos en las futuras generaciones de flores, puede que algún día los humanos entiendan por fin lo que es el amor y podamos convivir todos juntos en un mundo mejor!
Y entre sollozos de flores, el humano arranco primero a la madre flor, sujetándola por el tallo, estrangulándola y tirando con precisión mortal, mientras restos del cuerpo caían sobre clavel, padre rosa y margarita… después, aprovechando que los demás estaban más o menos juntos los agarro a todos a la vez y los arranco formando un ramillete sangriento del que el hombre no era consciente.
Murieron en el acto, había partido sus cuerpos en dos al separarlos de su madre tierra, y ahora, con el ramo de la familia muerta en la mano, corría hacia otra humana, que lo esperaba sentada en un banco, al llegar, el humano entrego el ramo de familia de flores muerta a la humana, el humano, se había enamorado.
FIN
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