Cataluña sí es (Mas) España

Al final, podría decirse que el ruido pudo a las nueces. Las elecciones al Parlamento catalán del 25-N, han servido para dejar a Artur Mas con el … al aire. Le salió el tiro por la culata y lo que en principio había sido para él como el sueño de una noche de verano para un soberanismo que la mayoría no quiere, le hará buscar ahora una «pareja de baile» que le permita sobrevivir políticamente a lo que tiró a la basura, desechando una mayoría cómoda para perder 12 escaños (de 62 a 50).
Los resultados han dejado alguna sorpresa que otra. Una, la bajada del PSC que no ha sido tan pronunciada como vaticinaban las encuestas, aunque bajada, al fin y al cabo, por lo que tendría que hacérselo mirar el PSOE. Se queda en 20 plazas en el Parlament que, a éstas alturas, ni tan mal.
La «medalla de plata» se la adjudica el radicalismo soberanista de ERC-Cat Si, algo cantado y con mayor número de posibilidades de que prospere, a pesar de que piden «el oro y el moro», pero ¡ojo!, que el tapado Oriol Pujol (¡menudo pájaro!), ha dejado caer que, de momento, el pretendido referéndum quedará aparcado. ¿Será que ha descubierto que es inconstitucional?. No sé por qué me viene a la mente el bueno de Ibarreche que, ante un deseo similar, tuvo que dar marcha atrás.
Pero hay un par de sorpresillas que no pasan desapercibidas. Una, el nuevo escaño para el PP (19 ahora). a pesar de la que está cayendo en forma de recortes, ajustes, etc. Al menos, requiere una lectura.
Y la otra, el partido que lidera un hombre joven, honesto (al menos, aparentemente), como es Albert Rivera y sus «Ciutadans». Ha multiplicado por 3 sus diputados ( de 3 a 9 ), por lo que alcanza grupo propio.
Todo esto en lo más relevante, ya que el resto de la «paella» lo componen «tropiezos» que dificultarán, y de qué manera, una manera de gobernar placentera.
En definitiva, que «lo» del soberanismo no ha sido la preferencia de 5.259.304 electores para buscar 135 diputados. A partir de aquí, nos queda la reflexión de que «Cataluña, sí es España», en contra del anterior slogan anglosajón. Ni para elegir idioma estuvieron listos, por lo que da la sensación de que el señor Mas, no anda sobrado de inteligencia ni mucho menos de previsiones.