Aquí solo dimite Dios

{xtypo_dropcap}E{/xtypo_dropcap}spaña es el país de la picaresca, eso ya lo sabíamos hace tiempo. Pero es que ahora, además, descubrimos que España es también el paraíso de la desvergüenza, la caradura y la infamia. A usted, querido lector, o a nosotros, nos sale más a cuenta comportarnos como chorizos y mangantes, que ser honrados ciudadanos que pagan sus impuestos y viven dentro de la legalidad.

Al principio, pensábamos titular este Editorial “Aquí no dimite ni Dios”, pero es que, después de conocerse que el ex-secretario del PP, Luis Bárcenas, tenía cuentas bancarias en Suiza por valor de 22 millones de euros, pensamos que el caso ya no es que no dimitan ni políticos ni cargos pese a estar “de mierda hasta el cuello”, sino que podemos llegar a pensar que el sumo creador, Dios, ha dimitido ya de su labor de amparo a España.

María Dolores de Cospedal, Secretaria General el PP, dijo en noviembre que si se descubrían cuentas en Suiza en el PP ella tendría que dimitir. Bien, estamos esperando, María Dolores.

¿Dios habrá tirado la toalla, quizá dejándolo por imposible, o hastiado por el caos moral en el que miles de chorizos y mangantes, muchos desde la política, han sumido a España? Si esto fuera así, Dios sería el único que dimitiría de su cargo, mientras que los chorizos, mangantes y demás calaña, no solo campan a sus anchas sino que cada vez tienen más facilidad para ejecutar sus fechorías y salir siempre indemnes.

De una forma o de otra siempre se libran, bien por la mala aplicación de la “inJusticia” en España o por cualquier otra rendija: se libran siempre. Sin embargo, robe usted una gallina para dar de comer a su hijos. O deje de pagar el IBI para poder seguir comiendo. En ambos casos el Estado caerá sobre usted con todas sus fuerzas.

Este país necesita un buen repaso moral, desde arriba hasta abajo, sin dejar ningún rincón sin limpiar. Más que nada para que Dios no sea el único que dimite de su cargo.