Uno de los muchos resúmenes de este aciago año 2013 que hoy termina nos lleva a analizar dos fenómenos que tienen lugar en España: los quistes y la emigración de talento.
Por un lado, corruptos y mediocres llevan décadas enquistados en las instituciones, en las empresas, en la vida social…no parece haber forma de erradicar esos quistes, incluso gozan de reconocimiento, admiración o envidia. Mientras esto sucede, nuestros jóvenes con talento, en cuya educación se invirtió millones, trabajan en empleos de poca monta -eso los que tienen suerte de trabajar-, muchos otros están en paro y otros hacen el petate y emigran en busca de mejor suerte.
España debe cambiar radicalmente el enfoque de los sistemas del éxito, cambiar las estructuras que permiten triunfar a los mediocres y que hunden a la gente con talento en la miseria. Ese será nuestro objetivo para el nuevo año 2014. Porque es nuestra única salida.
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